Crimen en Caucete: uno de los acusados seguirá preso y el otro a la casa
Tras la audiencia de control de acusación y formalización, el fiscal Francisco Micheltorena dio detalles del caso y la Cámara Gesell a los pequeños hijos de la acusada.
Este martes, en Tribunales se llevó a cabo la audiencia de control de acusación y formalización por el caso del crimen familiar en Caucete. El juez resolvió que Antonio Molina quede preso preventivamente en un calabozo de la Comisaría 9º con calificación homicidio simple y lesiones leves (esta última porque también le habría pegado al testigo Rubén Andana), según detalló el fiscal Francisco Micheltorena.
En cuanto a su pareja, Gilda Flores, quedó en libertad, pero con medidas de coerción y fue imputada en el caso por lesiones leves pro el vínculo. La joven mujer será juzgada por agredir a su madre mientras el changarín asesinaba a fierrazos a su padrastro.
Otro de los puntos clave en la investigación penal preparatoria que tendrá 4 meses por delante, será la averiguación por parte del Ministerio Público Fiscal sobre si existió abuso sexual a uno de los hijos de la imputada, y cuando ocurrió. Para la defensa, a cargo de Nicolás Gómez Camozzi, el abuso se dio en el momento por lo que el homicidio de Ruiz no pudo ser premeditado por esa pareja.
La defensa apuntará a probar que Molina actuó en defensa propia. De conseguir esto, el changarín podría ser absuelto, aunque también debe juzgarse si hubo exceso en medio de su defensa. De comprobarse esto, la pena podría ser de 1 a 2 años.
Sobre la legítima defensa, Micheltorena señaló que fiscalía mantiene sus dudas. 'En virtud de nuestra teoría del caso y de la defensa vamos a investigar profundamente, con el objetivo de mantener o no la imputación', sostuvo.
'La imputación puede mutar hacia un agravante, pueden en base a la evidencia ratificarse la imputación o a su vez también en base a la evidencia producirse algún atenuante como el que está planteando la defensa u otro', explicó el fiscal.
Según se conoció en la audiencia, en la noche de ese sábado 18 de noviembre, la pareja invitó a Ruiz y su esposa a cenar, al igual que a una pareja amiga. Los recibieron amablemente. En un momento de la noche, la madre de los pequeños niños los mandó a su habitación, lo que dejó el escenario listo para el meditado crimen. Fue entonces que Flores sacó un arma tipo tumbera y le apuntó a su madre pidiéndole que no interfiriera en lo que iba a suceder a continuación.
Con la chica apuntándole a su madre, el changarín tomó un caño y comenzó a pegarle a Molina en el comedor, siguiendo en el fondo. Todos los golpes con mucha violencia, hasta que la víctima murió. Luego la mujer salió del domicilio y trató de escapar de la escena.