El adolescente que mató a mazazos a una mujer fue dado de alta ¿qué pasará ahora?
El crimen, ocurrió en mayo pasado, donde Hebe Yolanda Leguiza fue brutalmente asesinada en plena calle
A cuatro meses del brutal crimen en Capital, donde un adolescente de 15 años asesinó a golpes de maza a la jubilada Hebe Yolanda Leguiza, el joven ha sido dado de alta tras cumplir con el plazo máximo de internación psiquiátrica permitido por la Ley de Salud Mental. Ahora las autoridades continúan con un seguimiento estricto del menor, quien recibió tratamiento en un centro especializado de Mendoza.
El juez penal que intervino en el caso, Jorge Toro, lo adelantó hace semanas en Cien por Hora, y mencionó nuevamente la inimputabilidad del joven debido a su edad, razón por la cual no puede ser condenado por el delito. Sin embargo, su estado de salud mental y comportamiento son ahora objeto de un riguroso monitoreo, que será coordinado entre profesionales locales y del centro de Mendoza, donde fue tratado.
El crimen, ocurrió en mayo pasado, donde Hebe Yolanda Leguiza fue brutalmente asesinada en plena calle, y días después, la investigación reveló que el autor del hecho era un adolescente. Tras ser detenido, las autoridades confirmaron que el menor sufría graves problemas de salud mental, por lo que se ordenó su internación inmediata en una clínica psiquiátrica, dado que en San Juan no existen instituciones especializadas para menores en esta área.
Según fuentes judiciales, el menor cumplió con los 90 días máximos de internación establecidos por la Ley de Salud Mental, tras lo cual regresó a San Juan para continuar su tratamiento de forma ambulatoria. El equipo de profesionales que lo acompaña, tanto desde el ámbito judicial como de salud, incluye psiquiatras, asistentes sociales y el gabinete técnico del Juzgado de Familia.
La jueza Marisa Valdéz, del Cuarto Juzgado de Familia, ordenó que el adolescente acuda mensualmente al centro de salud para evaluaciones periódicas, además de articular un plan de seguimiento con los médicos de Mendoza y los especialistas que tratan a sus padres. El objetivo es prevenir nuevas situaciones violentas y asegurar la estabilidad mental del joven.