Gonzalo Emanuel Olivares Chávez, es  un técnico en reparación de lavarropas que se vio involucrado en la justicia por no cumplir con su trabajo. Ahora, deberá devolver 33 mil pesos y tres repuestos a un cliente al que había prometido arreglar un electrodoméstico, pero no lo hizo. 

 Este lunes, Olivares Chávez aceptó un acuerdo para evitar ser condenado por el delito de estafa, en una causa que se suma a otra por presunta violencia de género.

El caso se originó en octubre pasado, cuando un docente de apellido Luna denunció al técnico ante la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) de Delitos Informáticos y Estafas. Luna había contactado a Olivares Chávez, domiciliado en Rivadavia, a mediados de año para reparar un lavarropas. Por el trabajo, el técnico cobró por adelantado 33 mil pesos y recibió además los repuestos necesarios. Sin embargo, no realizó la reparación, ni devolvió el dinero o los materiales, lo que llevó al cliente a presentar la denuncia tras meses de espera.

Este lunes, durante una audiencia, la abogada defensora Viviana Belén y el fiscal Adrián Riveros, de la Oficina de Soluciones Alternativas, alcanzaron un acuerdo con el acusado. Olivares Chávez, quien llegó detenido por una investigación separada relacionada con una supuesta agresión a su pareja, propuso enmendar el daño causado al cliente. La propuesta fue presentada ante el juez de garantías Eugenio Maximiliano Barbera y aceptada por el damnificado.

El acuerdo establece que el técnico deberá devolver en efectivo los 33 mil pesos cobrados y entregar los tres repuestos reclamados. Aunque Luna señaló que la suma no estaba actualizada, destacó que su principal objetivo era evitar que situaciones similares afecten a otros clientes en el futuro.