Alberto Manuel Vargas fue beneficiado con la suspensión del juicio a prueba por un año tras haber agredido a su pareja, donde se dictaminó una serie de medidas destinadas a reparar simbólicamente el daño y a que el acusado reciba tratamiento.

Los hechos ocurrieron el 30 de octubre pasado, cuando una discusión doméstica entre Vargas y su pareja, identificada como O.S.G., escaló a un nivel de violencia física. La disputa habría comenzado debido a un malentendido a la hora del almuerzo, lo que provocó el enojo del acusado. Según el relato de la víctima, Vargas, alterado, comenzó a insultarla y, al intentar ella poner fin a la discusión, este reaccionó violentamente.

Durante el altercado, Vargas presuntamente propinó golpes de puño a la mujer, impactando en su ojo izquierdo y generándole lesiones visibles en el brazo y el pómulo izquierdo. La víctima, en un acto de desesperación, envió una grabación de la discusión a uno de los hijos de Vargas, quien llamó a la policía. Al llegar los efectivos de la Sub Comisaría Buenaventura Luna, el acusado fue detenido en su domicilio tras la denuncia formalizada en UFI CAVIG.

Posteriormente, durante la audiencia, se tuvieron en cuenta las condiciones de salud de Vargas. Según el informe médico, padece de coronariopatía y un tumor en la región parieto-occipital, por lo que se recomendó evitar que permaneciera en la comisaría. Así, se dispuso que cumpla su detención bajo arresto domiciliario en la vivienda de su hijo, bajo consigna policial.

Como parte de las condiciones de la suspensión del juicio, Vargas deberá realizar una reparación simbólica de $10.000 destinada a merenderos, asistir a talleres de vínculos saludables y someterse a entrevistas en la Oficina de Medidas Alternativas (OMA), donde se evaluará si necesita tratamiento terapéutico. De cumplir con estas medidas y evitar nuevos incidentes, Vargas podrá mantener su libertad, aunque deberá acreditar el cumplimiento de cada condición ante la justicia.