Un hombre de Rawson fue condenado a 2 años de prisión condicional tras ser encontrado culpable de abusar sexualmente de una sobrina oriunda de Buenos Aires. Los hechos se producían cuando la menor llegaba a vacacionar a San Juan.

Fuentes judiciales indicaron que el hombre acepto ser culpable del delito en un juicio abreviado. Cabe decir que la denuncia fue radicada en febrero del 2022 por la madre de la menor. La niña de 15 años le confesó que su tío la abusó en dos ocasiones.

Ellas son de Buenos Aires, pero como tienen parientes en San Juan tenían por costumbre llegar a cuyo durante los recesos escolares de verano. Según consta en el expediente, previo a que comenzarán las restricciones de la pandemia, su hija le dijo llorando que le tenía que contar algo, manifestándole lo que había padecido en el año 2016, cuando estuvieron en San Juan para pasar su cumpleaños número 10.

Libre a pesar de abusar de su sobrina cuando llegaba de vacaciones a San Juan

Voceros del caso informaron que la adolescente confesó que uno de los hechos sucedió cuando se había acostado a dormir la siesta luego de jugar en la casa de la hermana de su madre, en Rawson. Allí, el esposo de su tía se acercó a la cama y la manoseó en la vagina por encima de la ropa. Al darse cuenta de lo que le estaba haciendo su tío, se paralizó y no atinó a reaccionar por el impacto de lo que le estaba aconteciendo.

Luego de ello, la menor se fue directo a su abuela, pero por vergüenza no le contó a nadie el horror vivido. La niña manifestó que aquella no fue la única vez, ya que al año siguiente sufrió otra vez un ataque. Este fue cuando una prima le pidió que se quedara a dormir en la casa de su tía, el mismo lugar de los hechos del año anterior. Esa misma noche, mientras la víctima se encontraba durmiendo, nuevamente entró el tío, le subió la pollera que tenía puesta, le bajó la bombacha y la manoseó.

Ella se movió para que el hombre dejará de hacerlo. El temor se apoderó de que volviera a ultrajarla, por lo que salió, se trasladó a la cocina y tomó un cuchillo para llevarlo consigo al cuarto, en el que también se encontraba durmiendo su hermanito de 3 años. Esa noche no durmió por miedo a que la tocará de nuevo o a su hermano. Desde allí nunca más volvió.