La acusación de la joven de 16 años fue durante uno de los abordajes para tratar su adicción a las drogas el pasado mes de abril. En esa comunidad terapéutica confesó que desde que tenía 14 años y hasta el año 2020 era abusada sexualmente por el padre de su amiga. La fiscalía pidió la condena del acusado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el daño a la salud mental causado a la víctima y también por haber utilizado un arma de fuego.

El hecho habría sucedido desde que la joven tenía 14 años, según comentó en su círculo terapéutico para adicciones. Esto habría pasado en la casa de su amiga, departamento de Albardón, cuando ella iba a jugar a su casa. El padre de su amiga, un hombre de 53 años de edad, la metía a una pieza y a punta de arma la violaba. Estas declaraciones fueron acreditadas por la UFI Anivi a través de los informes que brindaron el cuerpo de psicólogos.

Ayer, en Tribunales, la fiscalía Ingrid Schoot y el fiscal Rodrigo Videla solicitaron la condena por el delito del que se lo acusa agravado por daño a la salud mental y por la utilización de un arma. Pese a que, en los allanamientos realizados en la casa del acusado, no fue encontrada.

No obstante, el defensor Gustavo Sánchez afirmó que su cliente no cometió ningún delito de los que se lo acusa y solicitó la absolución. Además, Sanchez consideró “incoherente y contradictorio” el relato de la víctima. El letrado alegó que la denuncia hecha es por venganza de un tal “Chato” Aballay -quien se encuentra en prisión por abuso sexual de una hija del acusado en cuestión- y quién sería amigo de la joven denunciante.

En la audiencia del día miércoles, los jueces de garantías Federico Rodriguez, Gema Guerrero y Andrés Abelín escucharon los alegatos de ambas partes y postergaron para una nueva audiencia las declaraciones del acusado.

Finalmente, como primera medida ante esta causa la fiscalía anticipó que pretendían una pena de 18 años de cárcel.