A días de que saliera a la luz la escandalosa fiesta de aniversario del represor Jorge Olivera, en la que participó el condenado en San Juan, Gustavo de Marchi, la Justicia Federal decidió detener a este último. Este viernes se conoció la decisión del condenado por delitos de lesa humanidad.

De Marchi que está condenado por delitos de lesa humanidad, se encontraba en libertad, tenía el beneficio por no estar en supuestas condiciones de afrontar un proceso penal en su contra. A pesar de ello, el fiscal Francisco Maldonado pidió la prisión para el hombre que presenció la fiesta del represor Olivera, quien hasta cantó con Palito Ortega.

Ante el pedido del fiscal, el juez Raúl Fourcade dispuso la detención del represor. Cabe aclarar, que esta detención será cumplida en su domicilio de Pilar (Buenos Aires) y de forma provisoria, hasta que la Justicia le avise.

Hasta este viernes, de Marchi había logrado esquivar la cárcel. El represor había zafado de la prisión perpetua en su tercer juicio. Sucede que el cuerpo forense que lo revisó aseguró que sufría diversas patologías que impedían que pudiera comprender las acusaciones en su contra, por lo que fue declarado inimputable y el Tribunal Oral Federal suspendió el proceso.

Sin embargo, en 2023, la Sala III de Casación, una cámara superior, anuló la resolución del TOF de San Juan y ordenó dictar una nueva sentencia. En la sentencia señalaba que el represor podría ser separado de un proceso por incapacidad, pero ello no significaba el fin de la sanción, es decir, podía ser penado.

Ante esta anulación de la Sala III, el fiscal Maldonado solicitó que se hiciera cumplir el fallo y se detuviera a de Marchi. El martes último, el TOF ordenó un nuevo examen físico a De Marchi. La fiscalía pidió que se evalúe si pudo haber simulado en 2022, según publicó Página 12.

Por su parte, el fiscal Dante Vega, a cargo de la unidad de asistencia en causas de violaciones a los derechos humanos de Mendoza, reclamó que los expertos analicen cómo se lo veía en la fiesta de Olivera. Es por ello que los videos de las bodas de oro de Olivera y su esposa Marta Ravasi serán claves para la investigación.

Durante la dictadura, Olivera y De Marchi coincidieron en el RIM 22 de San Juan y por sus oscuras acciones fueron condenados por delitos de lesa humanidad. En julio de 2013, fueron condenados, aunque, a los pocos días, lograron que los trasladaran a Buenos Aires y, en medio del operativo que impulsaron, se fugaron.

Más tarde, en 2015, De Marchi fue atrapado por las autoridades. Hasta ese momento había recibido una pena de 25 años y en 2018 volvieron a condenarlo, pero esta vez a perpetua. Sin embargo, un año después se marcharía de la cárcel para cumplir con la prisión domiciliaria.