La jueza de Paz de Caucete, Luciana Salvá, se vio envuelta en un insólito ofrecimiento de coima el pasado viernes, cuando fue interceptada por un par de mujeres, abuela y nieta, en dependencias de ese tribunal. El saldo fue que ambas terminaron detenidas, acusadas de amenazas y cohecho en grado de tentativa.

Ese viernes, la jueza Salvá recibió la comunicación del Juzgado de Familia, acerca de que los hijos de un matrimonio en conflicto debían quedar a cargo de su padre. Cuando la magistrada le notificó  a la madre de los chicos la novedad, la mujer se ofuscó.

Más allá del tono intimidante que utilizó la señora, lo más insólito todavía estaba por ocurrir. Estaba acompañada por su abuela, quien había atestiguado toda la escena. Entonces tomó su cartera, retiró algunos billetes y se los ofreció a la jueza Salvá con una frase que no dejó lugar a dudas: "¿cuánto querés por cambiar la sentencia?".

El fallo no correspondía a la jueza de Paz de Caucete, de todos modos. Pero bastó el violento e inesperado momento para que ordenara la intervención del personal de seguridad, que procedió a detener a las agresoras. Sin embargo, interpretando que se trataba de una contravención, fueron liberadas el fin de semana.

Salvá radicó la denuncia penal y eso bastó para que el juez Correccional en turno ordenara su aprehensión nuevamente. Este martes continuaban alojadas en los calabozos de la Comisaría 9na, a disposición de la Justicia Penal. La causa de amenazas quedó en el Cuarto Juzgado Correccional mientras que la otra, por el intento de soborno, en el Segundo Juzgado de Instrucción.