El pasado sábado ocurrió algo insólito en el interior del Barrio Valle Grande, en Rawson. Allí una mujer que fue condenada a 5 años y 8 meses de cumplimiento efectivo en febrero pasado y cumplía prisión domiciliaria por embarazo, rompió la pulsera electrónica con la que era controlada por las autoridades. A partir de este hecho es que le ampliaron la condena en curso. 

De este modo, a través de un juicio abreviado, condenaron a Tamara Micaela Gutiérrez a 4 meses de prisión de cumplimiento efectivo, más unificación con condena anterior. Por lo que su pena final quedó en  11 años y 9 meses de manera efectiva. De acuerdo con lo que informaron desde fuentes judiciales, el personal de la comisaría 35° fue el encargado de ir al hogar de Rawson luego de que dieran cuenta de la apertura y rotura de una pulsera con dispositivo de vigilancia electrónica.

En el momento en que llegaron los oficiales no fueron atendidos. Sin embargo esperaron y así vieron como llegó una moto con dos mujeres, siendo uno de ellas Tamara Gutiérrez, quien no tenía puesta la pulsera electrónica debido a que la había violentado.

Rápidamente una de ellas ingresó al hogar y posteriormente la mujer condenada salió con la pulsera colocada. Aunque esta tenía una cinta tipo aisladora de color negro. Cuando observaron que el dispositivo había sido rotó, procedieron a su aprehensión.