Este viernes, China anunció que aumentará del 84% al 125% los aranceles sobre todos los productos importados desde Estados Unidos, como respuesta al nuevo paquete de tarifas aprobado por la Casa Blanca.

El gobierno chino acusó a Washington de haber ignorado deliberadamente el orden económico internacional que ayudó a construir tras la Segunda Guerra Mundial, al imponer una batería de nuevas medidas arancelarias contra las importaciones chinas.

El país asiático denuncia que las nuevas decisiones de la Casa Blanca representan una amenaza directa a los intereses fundamentales de China. El gigante asiático advierte que la paciencia de Pekín ‘tiene límites’ y que, si Washington ‘insiste en infligir daños sustanciales’ a sus intereses, China ‘responderá con firmeza y lo acompañará hasta el final’.

La reacción del gobierno de Xi Jinping llega 48 horas después de haber incrementado del 34% al 84% los aranceles a productos estadounidenses, en represalia por el aumento previo al 50% impuesto por la administración de Trump a bienes de origen chino. La respuesta de Washington no se hizo esperar: los aranceles se elevaron aún más, hasta alcanzar un 125%, lo que, sumado a otras medidas previas, lleva la carga impositiva total sobre las importaciones chinas a un 145%, en lo que constituye uno de los episodios más agresivos en la historia reciente del comercio internacional.