Bryan Johnson, un empresario de 46 años, destina anualmente 2 millones de dólares para cumplir su sueño de vivir joven por siempre. Convencido de lograr un envejecimiento óptimo, Johnson, quien reside en California, se somete a una rutina extrema y consume 111 pastillas diarias en su búsqueda por mantener el funcionamiento óptimo de sus órganos principales.

El emprendedor, que vendió su empresa de procesamiento de pagos Braintree Payment Solutions a eBay por 800 millones de dólares, tiene un equipo de 30 médicos que supervisan su día a día. Su objetivo es que órganos como el cerebro, el hígado, los riñones y otros, funcionen como en su adolescencia.

Su rutina incluye procedimientos y mediciones detalladas, desde la toma de 111 pastillas diarias hasta la monitorización constante de sus signos vitales. Además, Johnson lleva una dieta vegana y realiza intensos entrenamientos diarios.

A pesar de su empeño en este proyecto de "extensión de vida" llamado Project Blueprint, los expertos advierten sobre los riesgos y la falta de base científica en esta búsqueda quimérica. Incluso, algunos señalan que la cantidad de pastillas que consume diariamente podría ser peligrosa y antagónica.

A través de su empresa Kernel, fundada en 2016, Johnson se adentra en la neurotecnología para medir la actividad cerebral y detectar el deterioro cognitivo. Su peculiar estilo de vida busca desafiar la inevitabilidad del envejecimiento y redefine lo que significa ser humano, según declara el empresario.

A pesar de las opiniones contrarias de expertos en medicina, Bryan Johnson persiste en su objetivo de vivir hasta los 200 años, destacando que "las autolesiones y la decadencia no son inevitables".