“Nunca es tarde para aprender”, reza un dicho popular y Blanca Ida Saavedra, una uruguaya de 93 años se lo tomo muy en serio.  A esta edad logró terminar sus estudios primarios años y, ahora, está dispuesta a continuar con el secundario. La mujer había logrado hasta el tercer grado cuando era niña y tuvo que abandonar la escuela al igual que sus ochos hermanos para dedicarse a la siembra junto a su familia.

De familia muy humilde, la mujer caminaba tres kilómetros para poder llegar al colegio y conto que sólo contaba con tan solo un par de zapatos. Por lo tanto se los sacaba para cuidarlos y hacia el recorrido a pie. Blanca comento que aprendió a leer lejos de la escuela, escribir para poder llevar las cuentas de su hogar.

"Siempre me encantó leer. Hasta diarios viejos leía yo. Mi marido no pudo ir a la escuela entonces yo era la que llevaba las cuentas y leía en mi casa. A mí me hubiera gustado ser maestra, por eso a mis cuatro hijos les insistí con el estudio”, Saabedra que confesó que le hubiese encantado ser maestra.

Con el propósito de brindarles todo para que estudiaran y hacer lo que ellos no tuvieron la posibilidad de hacer cuando eran niños, junto a su marido tuvo un arduo trabajo. y este esfuerzo tuvo su recompensa ya que, una de sus hijas logró recibirse como docente y llegó a ser inspectora y su bisnieta de Blanca, Eloísa Escondeur, también se dedica a la enseñanza.

Esta es la joven es que va a buscar a su bisabuela, tres veces por semana, para llevarla a la escuela y también es ella quien le da clases. "Una hija mía fue maestra e inspectora y mi bisnieta también enseña. Me pasa a buscar y vamos juntas a la escuela. Voy tres veces por semana y estoy más feliz, me distrae y la mente no se me achica tanto. El asunto es que veo poco, entonces le pido que haga las letras y los números grandes y que no use lápiz conmigo, si no tinta", dijo la mujer.

Según reveló el diario El País, en Uruguay el 1,2% de la población son analfabetos (más de 40 mil personas). Un dato de la Encuesta Continua de Hogares muestra que 8,7% de los mayores de 25 años no cuentan con educación formal. Además, el estudio revela que el analfabetismo se duplica entre quienes tienen más de 65 años, sobre todo, en la población rural.