Enrique Riveros de 35 años simulaba ser el chofer el taxi, su novia, Tamara Arancibia de 22, era la que a veces llamaba y simulaba ser la secuestrada. Juntos engañaron a muchas familias, se desconoce la cantidad porque no radicaron denuncia. Luego de varias semanas de investigación y con el apoyo de la Seccional 25°, el Comando Radioeléctrico y la Regional Sur, dieron con los dos delincuentes minutos antes de cobrar un nuevo rescate de $25.000. Las víctimas eran una pareja de abuelos a los que habían engañado diciendo que habían capturado a su hijo médico.

El caso está caratulado como "Presuntas Estafas” y lo lleva el 4° Juzgado de Instrucción a cargo del Juez Maximiliano Blejman. Ambos delincuentes se encuentran detenidos en la sede de la Brigada Sur.