Abuelos felices: una vez a la semana, los nietos podrán visitarlos
El Gobierno Nacional sumó una nueva excepción a la cuarentena, además los hijos de padres separados podrán visitar a su progenitor en el caso de haber quedado al cuidado de su madre.
El Gobierno nacional autorizó en la noche del viernes que los niños y adolescentes hijos de padres separados puedan romper la cuarentena una vez por semana para alternar entre las casas de sus padres o abuelos. Según se detalló en la Decisión Administrativa 703, publicada en el Boletín Oficial, la medida apunta a garantizar el derecho de los menores a “mantener relaciones personales y contacto directo con progenitores o referentes afectivos” en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
El documento, firmado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Salud, Ginés González García; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, ordenó “incorporar al listado de excepciones al cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio y a la prohibición de circular” a los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en esta situación.
Nueva Excepción a la cuarentena
De esta forma, quedarán exceptuados de la cuarentena y de la prohibición de circular, siempre y cuando se dirijan hacia el domicilio de uno de sus progenitores. Asimismo, se informó que sólo podrán trasladarse una vez por semana y deberán portar completa la declaración jurada aprobada por la Resolución N° 132/20 del Ministerio de Desarrollo Social. En el caso de familias monoparentales podrán ir también al hogar de un “referente afectivo”.
Además, la norma señaló que la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 9, inciso 3, establece que los Estados siempre respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a “mantener relaciones personales y contacto directo con ambos de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño”.
Desde un comiezo, cuando se dictó la cuarentena, se estableció que los menores debían cumplir el aislamiento en el domicilio que funcionara como su “centro de vida o al más adecuado al interés superior del niño, niña o adolescente”. Sólo podían trasladarse una vez, y sin posibilidad de alternancia.