En medio de fuertes rumores sobre la posible desvinculación del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el presidente Javier Milei ha decidido retirar a la Argentina de la entidad internacional.

La decisión se fundamenta en las profundas diferencias del gobierno argentino con la gestión sanitaria de la pandemia de COVID-19, que, según Adorni, ha dejado huellas en la relación con la OMS. El vocero destacó que, en la actualidad, la Argentina no recibe financiamiento directo de la organización para la gestión sanitaria, lo que hace que esta medida no implique una pérdida de fondos ni afecte la calidad de los servicios de salud en el país.

“Esta decisión le otorga a la Argentina mayor flexibilidad para adoptar políticas sanitarias más alineadas con los intereses y el contexto local, además de reafirmar nuestro camino hacia un país con soberanía en materia de salud. Como dijo el presidente, las decisiones en Argentina las toman los argentinos”, aseguró Adorni.

Este paso se da en un contexto geopolítico complejo, en el que la retirada de la OMS por parte de Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump es un antecedente importante. En 2020, el entonces presidente estadounidense firmó una orden ejecutiva para salir de la organización, esgrimiendo razones similares relacionadas con la gestión de la pandemia.

La OMS lamentó profundamente la decisión de Estados Unidos, defendiendo su rol crucial a nivel global: “La OMS desempeña un papel esencial en la protección de la salud y la seguridad de las personas en todo el mundo, incluidos los estadounidenses, abordando las causas fundamentales de las enfermedades, fortaleciendo los sistemas de salud y respondiendo a emergencias sanitarias, incluso en lugares peligrosos donde otros no pueden intervenir”, expresó la organización en su momento.