¿Quién es el dueño del centro?
Una respuesta posible es Marcelo Orrego. Pero hay intentos de todo tipo por cultivar la moderación rumbo a un escenario de tercios proyectado en San Juan.
¿Acaso habrá que dar por terminada la era de la polarización en Argentina? ¿Será como pronostican algunos consultores que la elección del año próximo encontrará nuevamente a los sanjuaninos divididos en tercios y no en mitades? En tal caso: ¿quién será el dueño del centro? Una respuesta posible es Marcelo Orrego.
El gobernador fue un colaborador permanente del presidente Javier Milei, aunados ambos en la militancia antikirchnerista. Sin embargo, también supo marcar algunos matices. El más visible de todos fue su moderación. Ese temperamento lo diferenció del carácter explosivo del León.
Así Orrego se reservó para sí mismo la maltratada 'avenida del medio'.
Ese carácter sin estridencias es toda una apuesta. Un importante referente del justicialismo consideró, en una charla reservada, que el gobernador puede terminar pagando el costo de no confrontar con Milei, cuando llegue el momento de las urnas.
De acuerdo a la lógica peronista, quien no esté con La Libertad Avanza o en contra de La Libertad Avanza, terminará diluido. Quedarse en el medio sería un mal negocio en términos electorales. Sin embargo, ese razonamiento aplica solo en un escenario polarizado. Y nadie podría asegurar cómo llegará el 2025.
Mientras una parte del PJ, la que lideran Sergio Uñac y José Luis Gioja, entiende que el juego se resolverá a todo o nada, otra parte intenta abrirse espacio por la senda de la moderación. Es decir, por la huella orreguista. Ni más ni menos que el camino que trazó hace 20 años Roberto Basualdo.
Hace un par de semanas en esta misma columna se destacó el triunfo del estilo basualdista. Es decir, la política de la no confrontación. La de opositores mansos, dispuestos a acompañar los trazos gruesos de la gestión. Ya lo hicieron durante 20 años los diputados y diputadas de Roberto. Ahora les toca a los referentes de Sergio y José Luis. Más allá de algún chispazo circunstancial, la armonía en la Legislatura ha sido notable.
Entonces el centro parece haberse impuesto en el arco dirigencial sanjuanino. Pero el año que viene las elecciones recalentarán los ánimos. Es lo esperable. Milei está urgido de mejorar su representación de diputados y senadores. Su hermana Karina está acelerando la conformación de su propio partido político para depender cada vez menos de los aliados. Entre ellos, los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Difícilmente Orrego salga a confrontar con Milei por las bancas en el Congreso. El gobernador buscará provincializar el comicio. Como en 2023, les pedirá a los votantes su respaldo para tener representantes de Producción y Trabajo en la Cámara Baja, como herramienta imprescindible para la gestión. En paralelo habrá un bombardeo para tensar las opciones.
Por un lado estará Milei contra el mundo. Contra 'la casta'. Por el otro estará el PJ con la referencia permanente de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Habrá lugar para expresiones de centro?
Es la apuesta de algunos escindidos del ex Unión por la Patria. Por ejemplo, el schiarettismo cordobés que lidera Miguel Pichetto en Diputados y hace pie en San Juan con Emilio Baistrocchi. Tal vez el massista Franco Aranda pueda encajar en esta nueva definición de moderados. A fin de cuentas, el Frente Renovador fue el creador de la fallida 'ancha avenida del medio'.
Sin embargo, estos intentos de mesura podrían quedar opacados por el abanderado de la moderación, es decir, Orrego.
Hasta los emergentes peronistas, herederos de Uñac y de Gioja, están acotando sus manifestaciones cuando deben opinar sobre Milei. Es notable el discurso light de Cristian Andino. En las pocas entrevistas que brindó este año se limitó a decir que la gente la está pasando mal. En cambio, se enfocó en promocionar su idea de la moneda virtual nacida en San Martín, que está expandiendo a otros municipios. Si eso no es el centro, ¿el centro dónde está?
El chimbero Fabián Gramajo también encarna la nueva generación que luce modales pulidos. Tal vez tenga un discurso más subido de tono que Andino, a la hora de referirse al ajuste libertario. Pero no llega más allá. Una parte del PJ está explorando nuevas formas, tras percibir que el viento viene de frente. Si el 2023 les dejó una enseñanza es que tienen todo por construir. Desde los cimientos.
JAQUE MATE