Será una mala noticia
Suspender las PASO en 2021 tendrá respaldo en las encuestas. Se ahorrará un gasto millonario. También será un retroceso.
Que la política tiene poco rating, que le interesa a círculos pequeños y que esos grupúsculos suelen ser los que toman las decisiones por la mayoría, es todo evidente. Mantenerse al margen, en consecuencia, implica dejar que otros resuelvan. No involucrarse resulta cómodo. Hasta habilita para criticar desde afuera y de vez en cuando hacer sonar una cacerola con el slogan gastado de 'que se vayan todos'.
Al mismo tiempo, esta actitud de desprecio es riesgosa. De tanto mirar para otro lado, muchas veces se puede terminar convertido en un testigo bobo de lo que ya pasó.
La democracia tiene remedio para todo esto. Están las elecciones periódicas, con voto plural, que iguala dentro del cuarto oscuro al empresario más rico con el almacenero de la vuelta, al académico más laureado con el maestro de área de frontera, al deportista consagrado con el pibe que patea una pelota de trapo. En ese instante sublime frente a la urna, el poder está en manos del ciudadano. Oficialismo y oposición dependen de esa voluntad expresada en cada boleta prolijamente doblada y colocada en un sobre.
Por lo tanto, votar menos nunca debería ser una buena noticia. Cada elección menos implica menos participación popular. Es menos involucramiento con el argumento de la comodidad como carnada. Si el sentimiento colectivo cada vez que se elimina una cita al cuarto oscuro es de alivio, entonces las decisiones quedarán reservadas para un selecto club de dirigentes.
La supresión de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias propuesta para las elecciones legislativas del año próximo tiene fundamento. El gobernador Sergio Uñac, previa charla con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, lanzó la iniciativa en su cuenta de Twitter el 2 de noviembre. Instaló el debate con el argumento de bajar la circulación de personas por el Coronavirus y bajar también el gasto, cuando los fondos se necesitan para reactivar la economía y atender a los sectores más castigados por la pandemia.
La propuesta se hizo viral entre los gobernadores y el viernes pasado, tras la firma del Consenso Fiscal y posterior asado en la Quinta de Olivos, salieron en bloque a pedir que se acelere la suspensión de las PASO en 2021. Adhirió hasta el hiper-kirchnerista Axel Kicillof. Según Clarín, el gobernador bonaerense pasó por el Senado y se reunió con Cristina, para luego ratificar su acuerdo con esa medida extraordinaria.
Si el kirchnerismo duro está dispuesto a acompañar la propuesta de los gobernadores, quiere decir que logró digerir la contradicción de suspender una conquista impulsada por el mismísimo Nestor en 2009. En aquel momento se justificaron las primarias como la única garantía de apertura de los partidos políticos, para que las cúpulas no siempre tuvieran la manija de las candidaturas y existiera aunque sea mínimamente la chance de participación de sectores minoritarios.
Es cierto también que las PASO hasta ahora no se aprovecharon, porque los partidos, los frentes y alianzas, huyeron de las confrontaciones internas. Bajo la etiqueta de 'lista de consenso' se mandó a votar a la gente para no definir absolutamente nada, porque había un solo candidato por espacio político. Entonces, se desnaturalizó el sentido original de las primarias.
Ocurrió con nitidez en agosto de 2019, cuando Alberto Fernández, que no competía contra ningún oponente interno, inauguró una categoría rarísima, de 'virtual presidente', porque la diferencia revelada en esa gran encuesta -funcionó como tal- parecía irremontable para Mauricio Macri. La votación de octubre, que era la realmente válida para consagrar al nuevo Jefe de Estado, ratificó las posiciones.
Ejemplos como este son los que acreditan que las PASO son un gasto enorme de recursos para hacer una encuesta que no tiene otro uso más que el de conocer la adhesión preliminar que tiene cada candidato. Entonces, cabe preguntarse si la solución es eliminar esta simulación frente a la reticencia de los partidos políticos de abrir el juego y perderle el miedo a las contiendas entre precandidatos.
En San Juan no varía demasiado este comportamiento, salvo excepciones notables. Una de las más recientes fue la primaria para definir candidato a intendente del Frente Todos en Capital, donde Franco Aranda confrontó y perdió con Emilio Baistrocchi. La victoria del entonces ministro de Gobierno lo fortaleció y catapultó a un resultado todavía más holgado para la general.
La realización de primarias además permite simplificar la decisión de la elección general, porque opera como un paso previo de eliminación. Al menos así debería suceder.
Por eso la suspensión de las PASO en 2021 pondrá en aprietos el armado que intenta realizar Marcelo Orrego. Para mantener a todos unidos dentro del Frente Con Vos, necesita una herramienta que le garantice participación a los que tengan aspiraciones. Sin primarias, deberá tomar una decisión que seguramente dejará a varios disconformes, que podrían abrir rancho aparte. Competir por afuera. Dividir el voto.
Sin PASO, pierde la oposición. Pero eso, en todo caso, será un asunto de interés de ellos. El intendente de Rivadavia, Fabián Martín, fue hasta ahora el único que salió a decirlo abiertamente. Lo hizo aquí en Banda Ancha. Se plantó en contra de la propuesta de Uñac como no lo había hecho Orrego. El santaluceño se había limitado a decir que en algunos casos, cuando no hubiera más de una lista, se podía evitar la elección.
Es muy posible que igualmente las PASO se suspendan en 2021, porque hay una avanzada en ese sentido. Con seguridad, no ir a votar será una noticia bien valorada en las encuestas de opinión pública. La gente estará de acuerdo y se ahorrará un gasto millonario. Igualmente será una mala noticia.
JAQUE MATE