Como en los '90
Milei recupera imagen positiva gracias a su motosierra feroz. La obra pública se despide definitivamente. Orrego se adapta a los tiempos.
Le costó varios puntos de imagen positiva al presidente Javier Milei su confrontación abierta con la universidad pública, pero la encuesta más reciente de la Fundación Pensar -de Mauricio Macri- le devolvió la popularidad inicial. Dicho en otros términos: los aliados del Libertario empiezan a verlo como la alternativa más fuerte de ese lado de la grieta, en términos electorales. Para Marcelo Orrego esto implica adaptarse a los nuevos tiempos. Y a los nuevos modos.
El gobernador viajó a Buenos Aires esta semana, apenas finalizó la Fiesta Nacional del Sol, para buscar financiamiento privado para grandes obras públicas. En otro momento, habría apretado clavijas con Nación para mejorar los fondos asignados en la Ley de Presupuesto 2025. Las cosas ya no funcionan de esa manera.
No se trata únicamente del presente sino del futuro inmediato. Según el relevamiento de la Fundación Pensar, la imagen positiva del presidente se mantiene en 50 puntos. Bajó apenas dos puntitos con respecto a enero. Está intacto después de todo. Por supuesto habrá lecturas encontradas, pero la caída progresiva de la inflación y el ajuste feroz del gasto público que tantos reclamaban fueron y siguen siendo sus mayores argumentos.
La motosierra cruel, que lastima a diversos sectores fundamentalmente los más vulnerables, goza de buena salud. Tremenda paradoja, porque el recorte también le cayó a la cobertura médica de jubilados y pensionados. Pero hoy está bien visto hacerle un torniquete a los recursos. Orrego lo entendió aún a costa de pagar el precio.
Hace un par de semanas, el jueves 24 de octubre en la Legislatura logró aprobar un convenio por el cual la provincia asume el mantenimiento de las obras que tenían financiamiento nacional. El peronismo le echó en cara ese acto de resignación que dispensa a Milei de cumplir con los sanjuaninos. No importó el pataleo opositor.
La obra pública se fue para nunca más volver. Nunca digas nunca, reza el refrán. Pero mientras dure la era violeta, así serán las cosas. Lo manifestó desde el momento uno el diputado José Peluc, vocero directo de los Milei en San Juan. Algunos no le creyeron, pero el tiempo le fue dando la razón. No mentía.
Para muestra basta un botón. O dos barrios del plan PROCREAR, paralizados: el complejo La Ramada, con un avance del 70 por ciento; y el complejo La Nave, con un avance del 10 por ciento. Los dos consorcios ubicados en Capital se detuvieron tras el cambio de gobierno.
Esta semana trascendió desde Buenos Aires que todo el PROCREAR será neutralizado definitivamente y que la Casa Rosada ofrecería esos barrios al sector privado en una subasta pública. El gobierno de Orrego viene pidiendo el traspaso a la provincia, para poder terminarlos vía IPV. Pero la respuesta hasta ahora fue nula.
Para sorpresa de nadie, todo recurso destinado a obra pública se terminó. Aunque parezca un contrasentido, un amplio sector de la sociedad acompaña esta severidad. Según el estudio de la Fundación Pensar, el 49 por ciento de la gente apoya el plan del gobierno libertario porque cumplió con esta consigna. 'No hay plata', se convirtió en una bandera popular. Créase o no.
El presidente decretó el fin de la recesión y el inicio de la recuperación económica este jueves por la noche en el acto por los 100 años de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Al mismo tiempo, en el ciclo 'Entre Vistas' de Leonardo Domínguez por Canal 13, el ministro de Economía Roberto Gutiérrez daba el mismo pronóstico: 'creo que el año que viene la Argentina va a empezar a crecer'.
El hombre que le maneja los números a Orrego coincide con el diagnóstico de Milei. Por lo tanto, también el gobernador tiene esta perspectiva. Seguir golpeando puertas en Buenos Aires para destrabar la obra pública extinta parece inútil. Habrá que encontrar nuevas modalidades. Y prepararse para un escenario que no se veía en Argentina desde los años '90.
JAQUE MATE