El Frente de Todos parece entrampado en su propio laberinto. La salida ortodoxa a la inflación galopante es sacar billetes de circulación. Las primeras medidas del nuevo superministro de Economía, Sergio Massa, se parecen bastante a esa receta. Disciplina fiscal y reducción del gasto público. Mientras los mercados aplauden y acompañan, las organizaciones sociales encendieron el alerta. Pretender que es un problema porteño y que San Juan lo mira desde lejos sería, lisa y llanamente, miopía.

Lo anticipó, profético, el líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois, otrora aliado intenso de los Fernández, Alberto y Cristina. El 20 de julio habló de 'dejar nuestra sangre' en las calles y de los 'saqueos' que podrían suceder si no había un alivio para los sectores más postergados, los que viven de la economía informal, al día, de changas. Los planes sociales son apenas un paliativo. 

Si los salarios -más o menos resguardados por las paritarias- corren de atrás para alcanzar a los precios, quien se encuentra al margen de la economía formal directamente se cayó de la tabla.

La contención social es indispensable, toda vez que no están dadas las condiciones para el acceso al empleo. Creció el sector privado y creció la demanda de trabajadores, pero está muy lejos de darle solución a la exclusión todavía. Que el manejo de los planes se haya convertido en un coto de caza, es un desvío. Que algunos dirigentes tercericen los fondos públicos para construir su quinta de poder es un desvío.

A eso apuntó el planteo de Cristina de recuperar el manejo de los planes eliminando intermediarios. Con el advenimiento de Massa, la política social se aceleró en esa dirección. San Juan será una de las primeras provincias en adherir a la auditoría total de cada uno de los beneficios del Potenciar Trabajo, para verificar necesidades reales y cumplimiento efectivo de las contraprestaciones. De paso, se sabrá qué cupo maneja cada organización. Hoy es un misterio. O al menos eso dicen.

Solo en el último mes unos 500 beneficiarios del Potenciar Trabajo pidieron salirse de la organización que los manejaba, como unidad de gestión, y pasaron al Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia. No hay bajas por el momento. Pero tampoco hay altas. La mano dura con los planes sociales ha sido aplaudida por un sector de la sociedad, cansado de los manejos espurios. Sin embargo, el problema es mucho más profundo y tiene derivaciones políticas.

Una movilización piquetera este miércoles se convirtió en acampe en Plaza de Mayo, con organizaciones enfrentadas al gobierno de Alberto Fernández como el Polo Obrero. No solo hay disconformidad entre los opositores. También hay incomodidad entre los propios. El Frente Patria Grande de Grabois, entre ellos.

Por el momento, el ministro de Desarrollo Humano de San Juan, Fabián Aballay, y su estructura de funcionarios, ha logrado sostener el diálogo con todas las organizaciones y eso ha filtrado las protestas. Las hay, por supuesto, pero durante tiempos acotados. Salen a la calle, despliegan su bandera, se sacan algunas fotos para redes sociales y, llegado el mediodía, todo el mundo regresa a casa.

Pero esa cordialidad va a tensionarse en las próximas semanas. La auditoría de los Potenciar Trabajo será llamando a cada uno de los 13.000 beneficiarios de la provincia para hacerles una entrevista en profundidad a cargo de estudiantes avanzados de la Universidad Nacional de San Juan. De ese trabajo de campo saldrá el diagnóstico y algún reacomodamiento seguramente. No hay que ser adivino para anticipar que habrá bajas también.

Las tensiones están a la vuelta de la esquina. No por ello se puede apañar algún otro episodio como el saqueo y el intento de saqueo sucedidos en Rawson el sábado 30 de julio. Ni una sola organización social reivindicó el acto delictivo. Algunas, solo algunas, emitieron comunicados oficiales para rechazar la modalidad, aprovechando la ocasión para recordarle al gobierno que la situación económica es dramática.

Recién llegado de Buenos Aires, un importante referente social de San Juan trajo un panorama desalentador. Las organizaciones que integran el Frente de Todos han resuelto 'tensionar desde adentro' para obtener alguna reacción de parte de Massa, entendiendo que el superministro hoy concentra una alta cuota del poder del gobierno de Alberto.

Eso de 'tensionar desde adentro' significa sacarle alguna medida de alivio para los sectores de la economía popular. Es decir, los trabajadores que viven al día, que reciben o no alguna ayuda del Estado. En sus propios términos: 'Si sacan plata de circulación va a haber quilombo. No hay margen para seguir ajustando'. Sépase disculpar el uso del lunfardo, pero a veces las palabras son insustituibles.

El diagnóstico que baja desde Buenos Aires a San Juan traza un comparativo con 2001. Según esa lectura, la gran diferencia de esta crisis con aquella que le costó la caída a Fernando De la Rúa es que hoy hay billetes en circulación en abundancia. Y que hay organizaciones, no asambleas barriales.

'El Frente de Todos no explota porque hay organizaciones, porque hay intendentes, gobernadores', sostuvo la fuente, nutrida por los diagnósticos que irradia la Ciudad Autónoma hacia el interior del país.

Massa anunció finalmente un discreto bono para jubilados, pensionados y asignación universal por hijo, de 7.000 pesos por tres meses. Sumado al aumento de ley que corresponde en septiembre, el haber previsional mínimo estará por encima de los 50.000 pesos. Apenas por encima de la línea de indigencia según los datos oficiales de junio. Es decir, antes de la corrida cambiaria.

'El problema es la inflación, no los planes sociales', dijo la presidenta de la Asociación de Amas de Casa, Laura Vera, este miércoles en '100 por hora' (lunes a viernes de 7.30 a 9 por Canal 13 San Juan TV). Es una de las dirigentes más dialoguistas, tiene llegada directa en San Juan y en Buenos Aires. Aún así, el tono de la sentencia retumbó.

En San Juan el clima social sigue contenido, pero las tensiones están ahí. Sin tremendismo. Sin miopía tampoco.


JAQUE MATE