En el marco de la Navidad, el Arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano, visitó el programa Banda Ancha para reflexionar sobre los desafíos sociales y su impacto en la provincia y el país. Sus declaraciones dejaron en evidencia la preocupación de la Iglesia Católica por la emergencia social y la creciente desigualdad.  

Monseñor Lozano comenzó desde abajo, destacando lo bueno como la colaboración entre la Iglesia y el poder legislativo en temas como la reciente aprobación de la ley contra la ludopatía infantil en la provincia. Sin embargo, también criticó con fuerza la visión de un Estado reducido, señalando: “La corriente de pensamiento del presidente no es solo la del achique, sino prácticamente la desaparición del Estado. Y cuando esto ocurre, los más débiles son los que más lo sienten. Sin el cuidado del Estado, los que más sufren son aquellos que encuentran amparo en instituciones como la Iglesia y la sociedad.” 

Monseñor Lozano: "Cuando desaparece el Estado los que más lo sienten son los más débiles"

Para Lozano, el Estado debe ser garante de igualdad de oportunidades, promoviendo educación y protección social en comunidades que no pueden gestionarlas por sí mismas. El arzobispo expresó su preocupación por la persistencia de un "núcleo duro de pobreza" que afecta al 25% de la población desde hace una década, calificándolo como una injusticia social.  

  • “Veo a hombres y mujeres buscando entre los residuos para reciclar, esforzándose físicamente como cualquier empleado formal, pero sin las mismas oportunidades ni protecciones. Esto no se trata de falta de esfuerzo, sino de desigualdades estructurales” apuntó monseñor Lozano.   

Comparó esta situación con el hundimiento del Titanic, donde algunos tenían botes salvavidas, otros chalecos y muchos nada: “Hay una mirada individualista, de un sálvese quien pueda” expuso. 

El mensaje de la Iglesia Católica: 'Hay una mirada individualista, de un sálvese quien pueda'

Sobre los planes sociales y el rol del Estado, aunque reconoció la importancia de la ayuda social, Lozano subrayó que los planes deben ser transitorios:  “Los planes sociales no deberían instalarse en el tiempo, sino ser herramientas temporales que impulsen a las personas hacia una mayor autonomía.”

 Monseñor Lozano aseguró que la Iglesia Católica busca transmitir un mensaje milenario, desligado de posturas políticas, y abogó por el trabajo conjunto para superar las dificultades sociales. Aunque no se sintió atacado por las críticas hacia la Iglesia, lamentó el clima de desinformación y divisiones: “No me siento agredido, pero sí me da pena la mala intención en lo que se dice.” 

El arzobispo cerró con un llamado a la solidaridad y la empatía, recordando que todos compartimos "la misma barca" y que la solución está en no dejar a nadie atrás, construyendo juntos una sociedad más justa y equitativa.