Por supuesto que a Sergio Uñac no le resulta indiferente el resultado final de la renegociación de deuda con los bonistas que está llevando adelante el ministro de Economía de Nación, Martín Guzmán. Si Argentina entrara en default el próximo 22 de mayo porque no hubo acuerdo con los acreedores, el cuadro general se vería más complicado y la provincia, se ha dicho reiteradas veces, no es una isla. La suerte sanjuanina está atada a la argentina.

Sin embargo, que Uñac volviera a referirse por redes sociales el tema de la deuda esta semana fue llamativo. Ya lo había hecho cuando el presidente Alberto Fernández requirió el respaldo de los gobernadores. Luego suscribió una solicitada ampliamente difundida en medios nacionales, para que tomaran nota en Estados Unidos. Entonces, ¿cuánto importa el apoyo de esta remota jurisdicción, alejada de las luces de Buenos Aires? Por lo visto, bastante.

Por doble vía. La primera es que Fernández necesita más que nunca el acompañamiento del arco político completo para exhibir en la mesa de negociación. La segunda, reditúa en un afianzamiento de la relación política del gobernador con el presidente. Que no haya titubeos implica generar confianza y, en definitiva, reciprocidad. San Juan acompaña a Nación, Nación debe ayudar también a San Juan.

El presidente lo dejó claro el pasado lunes por la noche en una entrevista con Gustavo Sylvestre. Dijo que algunos acreedores pueden especular con que en cuatro años habrá cambio de gobierno nuevamente en Argentina y, como ocurrió en 2015, podría sobrevenir un golpe de timón abrupto. Está claro que el macrismo hoy llevaría el "reperfilamiento" de otro  modo, posiblemente priorizando los pagos a costa de liberar tarifas. Valga el antecedente de la gestión anterior.

Sin embargo, los gobernadores enrolados en Juntos por el Cambio, como el jujeño Gerardo Morales, el mendocino Rodolfo Suárez y el correntino Gustavo Valdés, junto al jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también rubricaron la propuesta albertista. La oposición que tiene responsabilidad de administrar, está indicando a los acreedores que hay unidad de criterio por encima de la grieta. Básicamente, porque la deuda se tornó insostenible. Impagable.

Por lo tanto, el mensaje argentino hacia el exterior es que, aunque cambiara el gobierno en diciembre de 2023 hacia el signo contrario, las perspectivas en materia de deuda serían bastante similares a las que se negocian por estas horas. Aún cuando haya fuerte lobby de acreedores internos que agitan el fantasma del default con la clara intención de presionar a la Quinta de Olivos.

En esta disputa, Uñac decidió intervenir. Sin desatender los dramas sanjuaninos, que son muchos por cierto, volvió a participar y a poner su cuota de poder a favor de Fernández. "Desde San Juan ratificamos el apoyo a la propuesta realizada por el titular del Ministerio de Economía, Martín Guzmán, que garantiza una deuda sostenible", posteó.

Y agregó una consigna que conjuga la intención de honrar la deuda pero preservando la supervivencia de los habitantes en cada rincón del país. "Con buena fe y responsabilidad, asumir nuestros compromisos como Nación sin descuidar el presente y futuro del país", concluyó el sanjuanino.

Uñac jugó en los foros internacionales a lo largo de los últimos años y hoy puede exhibir una provincia con números equilibrados, a pesar de la brutal caída de los ingresos y la presión sobre el gasto público. Es uno de los gobernadores del peronismo diverso, donde todavía hay fogoneros que apuestan a divisiones y fracturas. Por eso su expresión pública abona la idea de unidad. Bienvenida sea, en especial en un contexto de pandemia y desmoronamiento a nivel mundial.

El gesto de Uñac fue recogido por el Ministerio de Economía de Guzmán, que inmediatamente retuiteó el posteo, para exhibirlo en su construcción de consenso interno. Si hay fisuras hacia adentro, difícilmente pueda generar acuerdos en el exterior. El primer paso está dado, mientras sigue corriendo la cuenta regresiva. El 22 de mayo será el día final. San Juan está haciendo su parte.


JAQUE MATE