Primero convirtieron a Santa Lucía en su bastión en 2011. Cuatro años después le sumaron Rivadavia y nunca más perdieron hasta ahora. Luego contagiaron a Capital en 2023. Con la victoria en Sarmiento pudieron compensar la derrota en 9 de Julio. Así consolidaron cuatro de los 19 municipios. Todavía les faltan 15, pero van por ellos. Es intención declarada.

Aunque Marcelo Orrego y Fabián Martín generaron buenos vínculos con la mayoría de los intendentes de la oposición -justicialistas y bloquistas- es lógico que busquen agrandar su porción en el reparto del poder. Los municipios son una parte fundamental en este esquema. Repercuten casi directamente en la composición de la Cámara de Diputados, donde el oficialismo tuvo que arrancar en minoría.

Un importante funcionario del orreguismo municipalista reconoció que las reglas cambiaron a su favor. 'Ahora nos toca gobernar a nosotros. Hay que abrir los brazos y recibir a todos', dijo en confidencia a este periodista. ¿Qué significa? Que debería resultarles notablemente más sencillo construir nuevas mayorías rumbo a 2027.

Para llegar a aquella cita electoral -la más importante de todas- primero habrá que pasar por la posta del 2025. Aunque el comicio sea para cubrir tres bancas en la Cámara de Diputados de Nación, el resultado amarillo en cada municipio será clave para disparar la carrera por la sucesión de los intendentes.

Ni Carlos Munisaga en Rawson o Daniela Rodríguez en Chimbas o Fabio Aballay en Pocito, por citar tres ejemplos importantes, serán indiferentes al guarismo del año próximo. En ningún caso les caerá simpático que les pinten el distrito de amarillo o de violeta. Hay sobradas pruebas de que los arrastres empiezan a percibirse en las elecciones de mitad de mandato.

Por lo tanto, la cordial relación entre los intendentes peronistas y el gobernador se tensará, naturalmente, apenas arranque el 2025. El partido Producción y Trabajo y sus aliados se montarán en la alta imagen positiva de Orrego para captar cada voto disponible.

Marcelo, no obstante, tendrá un desafío superior frente a la polarización entre Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner, que amenaza con disolver al resto. Será un tema a atender en lo inmediato. Por lo pronto, Orrego cuenta con una herramienta fundamental por primera vez en su carrera política y por primera vez en la historia de Producción y Trabajo: son gobierno.

A eso se refirió la fuente oficialista que colabora con Susana Laciar en Capital. Hoy los esfuerzos están puestos en apuntalar la gestión de la ex diputada nacional para consolidar su protagonismo en el municipio. El modelo es el mismo que aplicaron los Orrego en Santa Lucía: muchas pequeñas obras y mucho contacto cara a cara con el vecino.

Laciar, a pesar de un sorprendente bajo perfil, se convirtió en un polo gravitante para la política municipal. Sus funcionarios están manteniendo diálogo con distintos actores atraídos por el calor del poder de turno. Nada nuevo hay bajo el sol. Decidieron abrir los brazos para contener a todo aquel que esté dispuesto a subirse a este tren.

El paso siguiente será instalar figuras competitivas donde el oficialismo todavía no las tiene. Vale reiterar: hoy Orrego puede proyectar funcionarios y funcionarias con aspiraciones hacia los departamentos, como nunca antes. Es de esperar que el PJ actúe de manera preventiva, sin poner en riesgo el diálogo con Casa de Gobierno. Será un juego muy delicado.

Como ya se reveló en esta columna el 25 de septiembre -con gran repercusión- hay una escuadra de mujeres orreguistas dispuestas a dar pelea en 2027 en distritos que hoy gestiona el peronismo.

Para Rawson, se anota la directora de Defensa al Consumidor, Fabiana Carrizo. Ya compitió con magros resultados en 2023, cuando estaba en el llano. En Pocito asoma la ministra de Gobierno, Laura Palma. En Santa Lucía, la ministra de Educación, Silvia Fuentes. Y en Rivadavia, la diputada nacional Nancy Picón.

Esta última debería posponer sus apetencias, porque el intendente Sergio Miodowsky en 2027 tendrá la oportunidad de buscar la reelección. Pero las otras tres funcionarias antes mencionadas tendrán vía libre. Carrizo contra Munisaga y Palma contra Aballay. Fuentes, como sucesora de Juan José Orrego.

El objetivo está trazado. El orreguismo va por los 15 municipios que le faltan. Hay vocación de poder. El resto dependerá de la reacción del PJ. Y de los vientos que soplen desde Nación. Pero eso merece un capítulo aparte.


JAQUE MATE

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