Para sorpresa del Frente Renovador de San Juan, Sergio Massa accedió a venir a la provincia antes de las primarias del 13 de agosto, aún a riesgo de quedar involucrado en la feroz interna peronista entre Sergio Uñac y José Luis Gioja. El precandidato presidencial hizo gala de su cintura política y encontró la manera de gambetear las tensiones. Un camaleón.

El lunes esta misma columna se tituló: 'No lo esperen a Massa porque no vendrá y tiene razones'. El mensaje había bajado desde Buenos Aires, vía Frente Renovador. Ese fin de semana, un emisario de Franco Aranda había viajado hasta la Ciudad Autónoma para recoger de primera fuente las instrucciones. Y escuchar las preocupaciones también.

La interna peronista sanjuanina desplazó a segundo plano la campaña de Massa mientras los precandidatos de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, copaban la cartelería pública. Desde el entorno del ministro de Economía tomaron nota de este contraste.

Descartaron la llegada del presidenciable porque era alto el riesgo de 'quedar pegado' a una de las dos corrientes peronistas enfrentadas. La recomendación  más prudente era acompañar a la distancia, esperar que definan los sanjuaninos el 13 de agosto y después sí, con un ganador claro, venir a tomarse la foto de campaña para la general del 22 de octubre.

El propio Uñac había prácticamente descartado la visita de Massa, aunque se lo había pedido personalmente en aquel encuentro que mantuvieron el 12 de julio en el Ministerio de Economía. Pero algo pasó en el medio, que dio vuelta las cosas en apenas unas horas, en el inicio de esta semana, el lunes 24 de julio. Por la noche el gobernador comunicó oficialmente la confirmación.

Fue una operación suya, con el apoyo del ministro del Interior, Eduardo 'Wado' De Pedro, hoy convertido en jefe de la campaña nacional. Según dijo una fuente cercana al gobernador, influyó mucho la integración de la lista uñaquista.

Miembro del selecto entorno de Cristina y Máximo Kirchner, Wado tomó nota de que Uñac eligió a una dirigente de La Cámpora para acompañarlo en la boleta de senadores. Celeste Giménez puede tener poco grado de instalación en la provincia, pero en Buenos Aires la identifican perfectamente.

Si Uñac logró destrabar la visita de Massa, que el propio Frente Renovador daba por descartada, era lógico que pretendiera monopolizar los beneficios. La agenda se diseñó con exclusividad desde Casa de Gobierno, desde la cena de recepción este jueves por la noche hasta el acto en el estadio de UPCN este viernes pasado el mediodía.

El ministro de Desarrollo Humano e intendente electo de Pocito, Fabián Aballay, fue categórico ante la consulta del periodista Alejandro Sánchez, para Canal 13: el acto solo será para los integrantes del uñaquismo. Giojistas afuera.

Este era el panorama hasta el miércoles, hasta que esa misma noche apareció con fórceps otro acto, independiente de la organización uñaquista. Lo generó el chimbero Fabián Gramajo y le puso sello propio: será anfitrión en nombre de su corriente 'San Juan te quiero'.

El acto en el camping del sindicato de la televisión SATSAID incluyó a los excluidos del otro acto en UPCN, empezando por José Luis Gioja. Massa dejará fotos con las dos expresiones enfrentadas. A la postre, evitará todo riesgo de apostar por el perdedor. Gane quien gane, él habrá estado a su lado este viernes.

Pero incluso esa salida salomónica tendrá subtexto. En escenarios distintos, Uñac será anfitrión y Gioja será invitado. Gramajo, que viene trazando una delgada línea entre ambas cabezas del peronismo, intentará desmarcarse de la interna apoyándose en dos factores: su dominio territorial demostrado en las urnas el 14 de mayo y el 2 de julio, y sus contacto directo con el massismo porteño sin intermediarios.

El intendente revalidó su acompañamiento a lista de Gioja, pero dos días después reapareció en público con Uñac en una recorrida de viviendas en construcción. En clave política, empezó a desmarcarse de la pulseada que terminará en apenas tres domingos. Está mirando más allá, intentando abrirse espacio en la nueva configuración del peronismo sanjuanino.

Para Massa, pasar por Chimbas será más que un gesto de equidistancia entre Uñac y Gioja. Será también marcar presencia en un distrito donde el peronismo viene ganando aún en el contexto más difícil de los últimos 20 años. Puro pragmatismo.

Si Gioja hubiera sido el anfitrión de la visita en esta oportunidad, posiblemente el lugar natural era Rawson. A ese departamento irá Massa, pero de la mano de Uñac. El resto dependerá del desarrollo de la jornada: las apostillas, los gestos y especialmente el aprovechamiento que cada sector pretenda hacer de su momento con el precandidato presidencial.

Massa, el que no iba a venir, decidió personalmente bajar al territorio para empujar los números en una provincia donde Juntos por el Cambio festejó a principios de este mes y fue noticia nacional. Más allá de la interna uñaquista-giojista, el interés de Unión por la Patria radica en salvar las bancas que hoy aporta San Juan al Congreso Nacional. Y eso se resolverá recién el 22 de octubre.

El oficialismo sanjuanino pondrá en juego sus dos bancas en el Senado y otras dos bancas en Diputados. El objetivo de Marcelo Orrego es dar vuelta los tantos, dejar al PJ en minoría y sumar escaños amarillos. Desde este punto de vista, el peso ínfimo de San Juan en el padrón nacional termina siendo secundario. Cada lugar en el próximo Congreso cuenta. Y San Juan es una de las provincias que podría facilitarle a Juntos por el Cambio alcanzar mayoría propia en ambas cámaras.

Massa, el que no iba a venir, finalmente vino. Pero lo hizo bajo su propio estilo. A pura gambeta.


JAQUE MATE