Me gusta/no me gusta: pulgar arriba para ella, pulgar abajo para él
La dirigente favorecida este martes tiene la llave para recuperar la relación argentino-chilena y reimpulsar el paso de Agua Negra. El funcionario en jaque se convirtió en el fusible de nada menos que la inflación.
Bárbara Figueroa, la futura embajadora de Chile en Argentina, se llevó el pulgar arriba en la sección 'Me gusta/no me gusta' este martes en Banda Ancha. La elegida por el presidente Gabriel Boric llega con un frente de resistencia interno en su país y también con algunas objeciones en la oposición criolla, pero al mismo tiempo ha logrado rápidamente el plácet de parte del gobierno de Alberto Fernández, lo cual es un síntoma importante en la recuperación de la relación bilateral.
Figueroa es una dirigente del Partido Comunista y estuvo al frente de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile. Esos dos antecedentes bastaron para que el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de Argentina, el mendocino Omar De Marchi (Juntos por el Cambio) le enviara una carta al mismísimo presidente Boric para persuadirlo de modificar su elección. Por supuesto la misiva no tuvo efecto.
Figueroa estará en funciones cuando Boric haga su primera visita a la Argentina, la semana entrante. Para San Juan representa la posibilidad de recuperar la inercia en el paso internacional de Agua Negra que fue totalmente paralizado durante las presidencias de Mauricio Macri y de Sebastián Piñera.
Por otro lado, el pulgar abajo en la sección 'Me gusta/no me gusta' de Banda Ancha este martes fue para el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien se convirtió en el fusible de la 'guerra contra la inflación' que declaró el presidente Fernández ni bien logró la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el Congreso.
El funcionario tiene a su cargo nada menos que la regulación de precios y los controles en cada uno de los sectores involucrados en la formación de precios de los alimentos. Ya libró una fuerte batalla con supermercadistas y con molinos harineros. Estos últimos salieron al cruce de Feletti con un gráfico que consigna la mínima participación que tienen en el valor final del kilo de pan.
Feletti se convirtió voluntaria o involuntariamente en la cara de la lucha contra la inflación y esa posición lo dejó muy vulnerable a las críticas. Muy expuesto a la demanda de resultados.