Mucho más que un amigo de Uñac
Fabio Aballay admitió en Banda Ancha por primera vez que podría asumir como ministro de Desarrollo Humano. Ya está planificando cambios estructurales.
Hacía tiempo que el rumor venía circulando, al mismo nivel que tantos otros ensayos sobre la forzada renovación de gabinete de Sergio Uñac desde el 10 de diciembre. Después de las elecciones provinciales, el gobernador se quedará sin varias primeras figuras y, en consecuencia, deberá buscarles reemplazo. En el caso de Desarrollo Humano, el pocitano Fabián Aballay aparece en el primer puesto de los aspirantes.
Ayer en Banda Ancha dejó poco lugar para las dudas, cuando confirmó que ya tuvo una conversación preliminar con el gobernador en este sentido. Y más tarde incluso descubrió que está trabajando en un rediseño estructural para las futuras políticas sociales de la provincia. Es mucho más que una probabilidad, cuando el intendente ya calienta motores para asumir al frente de una de las carteras más sensibles.
Apodado "Fabio" por los más cercanos, Aballay es prácticamente un hermano de los Uñac y particularmente, de Sergio. Crecieron juntos en Villa Aberastain y luego se desarrollaron políticamente dentro del justicialismo a la par. El intendente fue el heredero de Sergio en la Municipalidad de Pocito y ahora, cuando está cerrando una etapa de ocho años, reelección mediante, tiene debajo del brazo la banca de diputado electo.
Sin embargo, los debates parlamentarios no serán para él. No al menos en esta oportunidad. De consumarse finalmente la designación de Aballay al frente del Ministerio de Desarrollo Humano, asumiría en su banca de diputado departamental la candidata suplente, Marcela Monti, quien de esta manera irá por su tercer mandato consecutivo como legisladora provincial.
Aballay fue reiterativo ayer en Banda Ancha al referirse al orden económico, financiero y administrativo que pretende dejarle al intendente electo, Armando Sánchez. Habrá un enroque de pocitanos: uno para la intendencia, el otro para el ministerio y viceversa.
El futuro ministro reveló que su primera apuesta sería convocar a una mesa de especialistas de instituciones diversas para realizar un mapeo de la calidad de vida de los sanjuaninos. Es una categoría diferente a trazar una línea de pobreza e indigencia. Implica conocer estratégicamente cuáles son las necesidades según la zona y el segmento etario por ejemplo. Entiende que Desarrollo Humano lleva tiempo atendiendo la urgencia, pero llegó la hora de tener una mirada a mediano y largo plazo.
En el fondo, sabe Aballay que le tocará una etapa difícil. Ya tuvo que palparlo en el municipio. Como todos los intendentes, tuvo que ampliar las ayudas sociales para atender a familias que nunca antes habían pedido absolutamente nada. Este año se incrementó notablemente la demanda de asistencia, porque la crisis se llevó puesto el poder adquisitivo del salario e incluso provocó despidos o precarización laboral.
Recomponer esta situación demandará mucho tiempo y esfuerzo. Pero aparece en el horizonte un nuevo actor que alimenta las expectativas de la provincia. Se trata de Alberto Fernández, quien ha dado visibles muestras de querer apoyarse en los gobernadores, generando en la contraparte también la confianza de que habrá un Estado Nacional presente.
Con el pocitano quedaría cubierta la vacante que dejará Sánchez en Desarrollo Humano. A Uñac le quedará además resolver las designaciones en Hacienda, porque Roberto Gattoni asumirá como vicegobernador; Minería, porque Alberto Hensel ya es diputado provincial electo y además podría ser convocado para el gabinete nacional; y Gobierno, porque Emilio Baistrocchi se trasladará a la Municipalidad de la Ciudad de San Juan. Para todos los cargos hay danza de nombres. Algunos más instalados que otros. Sin embargo, ninguno con la contundencia de Aballay.
Es amigo de los Uñac, depositario de la más absoluta confianza del gobernador. Pero es mucho más que eso también. Piensa en términos de planificación, como viene haciendo Sergio desde que le tocó conducir el municipio. E integra indiscutiblemente la cantera de dirigentes uñaquistas, con fidelidad a prueba de internas. Son atributos que lo ponen a jugar como actor privilegiado, con mayor exposición y lucimiento, pero también con el riesgo propio de quien se anima a meter mano en un ministerio caliente y siempre en conflicto. Le esperan días de poco descanso y resultados a la vista.
JAQUE MATE