Ni Evita, ni Cristina, ¡sino Mirtha Legrand!
En la vípera del domingo de Pascuas, un importante referente del peronismo sanjuanino hizo una cita memorable, que explica bastante bien por dónde están caminando algunos intendentes.
Cuando aprietan las urgencias, se agudiza la política. La creatividad llega a límites inusitados. Hasta las doctrinas pueden volverse un toque más flexibles. El ejemplo más concreto sucedió el pasado fin de semana largo. En medio de la reflexión en la vípera del domingo de Pascuas, un importante referente del peronismo sanjuanino hizo una cita memorable, que explica bastante bien por dónde están caminando algunos intendentes.
No parafraseó a Evita. La 'abanderada de los humildes' sigue siendo el faro que alumbra los discursos hacia el interior del PJ, su presencia es constante. Pero no le tocó esta vez ser la vertiente para el análisis.
Tampoco lo fue Cristina. Todavía retumbaba su sonoro discurso en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, acerca del poder relativo del presidente. Seguían proliferando las interpretaciones por izquierda y por derecha, en uno de los momentos de mayor fragilidad para el Frente de Todos.
No. El dirigente justicialista esta vez obvió a Evita y a Cristina, para repetir una frase de... ¡Mirtha Legrand! Fue en tono de chanza, pero con un profundo sentido de la oportunidad, en días de incertidumbre y de silenciosa construcción de escenarios para 2023.
'Como te ven te tratan... Y si te ven mal, te maltratan', citó el referente peronista. La oración clásica de la conductora televisiva, abiertamente opositora a los gobiernos justicialistas, nunca estuvo referida a la política. Siempre giró en torno a la autoestima. Pero más allá de ser una frase de autoayuda, se convirtió en un slogan. Una despedida simpática para sus almuerzos y cenas por la pantalla chica.
En la vigilia de las Pascuas, esa expresión pasó por el tamiz de la política sanjuanina para graficar los dilemas que transitan, por ejemplo, los intendentes. En particular, los jefes comunales del oficialismo, tanto los justicialistas como los bloquistas, aliados circunstanciales del Frente de Todos.
Suprimidas las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, no está claro todavía cómo serán las reglas para competir y definir candidaturas el año que viene. ¿Cuántas listas podrían medirse por departamento? ¿Cuánto incidirá el gobierno provincial en la conformación de esas nóminas? ¿Cuánta autonomía tendrán los intendentes que están concluyendo su mandato y los que pueden aspirar a la reelección?
Para ninguna de estas preguntas hay una respuesta cerrada, todavía. Solo hay dudas y más dudas. Es en ese punto exacto cuando el dirigente peronista reflexivo propuso la filosofía legranesca: 'Como te ven te tratan.... Y si te ven mal, te maltratan'. ¿Qué significa esto en clave justicialista sanjuanina?
Bueno, puede ser que los intendentes mejor considerados por el gobierno provincial gocen de mayor autonomía para conformar sus propias listas. Si están sólidos en las mediciones de imagen, podrían pretender una cuota de autoridad para resolver sus cuestiones departamentales. Pero, siempre hay peros.
Todos los acuerdos que se cocinen en Paula y Libertador tendrán efecto derrame hacia los departamentos. La conversación entre el gobernador Sergio Uñac y el Partido Bloquista tendrá incidencia en los 19 municipios. Idéntica lógica se aplicará al diálogo todavía pendiente con José Luis Gioja. Todos y cada uno de los sectores buscará sellar un compromiso de participación abierta.
Hay que comprenderlo en su dimensión integral: participar no significa ser candidato, salir segundo e irse a la casa a aplaudir al ganador. A esta altura, participar significa garantizarse representación aunque sea minoritaria en la lista triunfadora. Compartir escaños en cada Concejo Deliberante, proporcionalmente a la cantidad de votos obtenidos por cada línea participante.
A los intendentes esta receta no les gusta nada. Los que pretenden la reelección, por supuesto que quieren llegar con la mayor cantidad de concejales propios, sin estar condicionados desde el arranque por los acuerdos preelectorales. Los intendentes que se van tampoco miran con buenos ojos esto de intercalar ediles. Pretenden dejar un esquema de sucesión completamente cerrado sin interferencias.
Entonces, ¿hasta qué punto un cacique departamental podrá resolver sus cuestiones sin pasar por el cortapizza de la provincia? El lema de Chiquita Legrand podría explicar la salida salomónica. Casi se habría convertido en un nuevo teorema: mientras mejor le vaya a un intendente, más espalda tendrá para oponerse a las intromisiones. Y viceversa. En ningún caso contará con un blindaje impenetrable. Eso no existe.
Si a los intendentes bien vistos y bien tratados se les puede complicar el armado, ni qué decir a los intendentes mal puntuados por sus vecinos. Hace tiempo que ningún encuestador local brinda números exactos. Pero en términos conceptuales, siempre separan a los intendentes por los que están por encima y por debajo de los 50 puntos de aprobación de gestión. Esa línea divisoria no es estática.
Por eso los jefes comunales están acelerando el ritmo. Son conscientes de que este año será clave para ascender en imagen o terminar de derrumbarse. Y como te ven te tratan...
Frente a la especulación -fundada- de que Uñac desdoblará las elecciones el año próximo y las adelantará con respecto a las nacionales, los tiempos políticos se adelantaron. Mucho más sucedió cuando el 16 de diciembre estalló en la Legislatura la eliminación de las PASO, sin previo aviso y en medio de un debate como hacía años no se veía, por el calibre de la confrontación discursiva.
Pero a estos factores se agregó uno más, que un experimentado dirigente con responsabilidades de gestión reveló el pasado fin de semana. Se trata del mundial de Qatar, previsto para noviembre. Fútbol y política van de la mano, son complementarios y al mismo tiempo están forzados a coexistir en armonía. Es decir: los tiempos de armar y desarmar en el territorio quedarán acotados. Cuando la Selección Argentina salga a la cancha, la rosca tendrá que esperar. Para cuando termine la pausa, el fin de año estará encima.
Entonces, efectivamente los plazos se cuentan en un puñado de meses. A todo o nada, cada jefe de distrito deberá apretar el acelerador en ambos carriles, el de la gestión y el de la política. Luego, tendrá que someterse a las encuestas. Enconces sí, podrán pasar por el teorema de Legrand y recién entonces, ver cómo les va.
JAQUE MATE