Como dice la canción Pedro Navaja: 'la vida te da sorpresas'. La política también. Ocurrió esta semana, con apenas 48 horas de diferencia. Fue en el mismo estudio de televisión. Dos dirigentes del peronismo que hoy están en espacios absolutamente antagónicos terminaron coincidiendo sin saberlo. Los dos plantearon que es y será Sergio Uñac quien tenga el bastón de mando para ordenar las diferencias internas. Esperan algún movimiento suyo para suturar las heridas abiertas.

Los dirigentes antagónicos fueron el diputado provincial Leonardo Gioja y la secretaria de Estado de Ciencia, Marita Benavente. Está claro que entre ellos pueden tener una relación cordial, pero hoy la política los puso en espacios internos enfrentados. No hace falta disimular más. La ruptura del bloque oficialista en la Legislatura blanqueó esas tensiones que venían silenciadas desde hace tiempo.

Fue en Banda Ancha donde Leonardo Gioja dijo que ‘el que conduce tiene la responsabilidad de convocar al diálogo’. Fue una afirmación con doble lectura. Por un lado fue en tono desafiante, porque esperan que efectivamente Uñac abra la discusión acerca del sistema electoral. 

Guardan la expectativa de salvar sobre la hora el esquema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. No sucedería, porque el gobernador tiene la decisión tomada. El diálogo será para redefinir las reglas y volver al método de las internas partidarias que no involucra a toda la ciudadanía en la definición de candidatos, sino a los afiliados.

Por otro lado, decir que el que conduce tiene la responsabilidad de convocar al diálogo funciona también como un reconocimiento hacia esa conducción. En la discordia, en la ebullición, el giojismo guarda las formas y se mantiene orgánico. Pueden existir desacuerdos con Uñac, como de hecho está sucediendo, pero no desconocen la legitimidad de presidente partidario.

Apenas dos días después, Benavente dijo también en Banda Ancha que dependerá de Uñac encontrar los caminos para reconducir las fricciones y sellar la unidad. Para la ingeniera, la política consiste en administrar las distancias. Eso significa también aprender a regular los tiempos. La coincidencia más notable con el diputado Leonardo Gioja fue, en definitiva, la verticalidad histórica del justicialismo.

'Es muy difícil que las cosas se ordenen de abajo para arriba. Abajo se genera el movimiento, se genera la entropía, en general hay agitación. La política se ordena en función de los liderazgos políticos', dijo Marita. En las bases las tensiones van a seguir. Tal vez apenas están empezando. En esa carrera, alguno podría excederse. Por eso siempre quedará el reaseguro de las conducciones de uno y de otro espacio, con la responsabilidad superior del presidente del partido, que es uno solo.

Uñac es el gran decisor. Lo saben también en la línea Lealtad Justicialista que lidera José Luis Gioja. Están aguardando las medidas que tome el pocitano para luego actuar en consecuencia. Todos los escenarios están abiertos. Todas las hipótesis son posibles, en función de la indefinición del sistema electoral. Pero entienden que no pueden jugar al margen o indiferentes de lo que resuelva el gobernador. Ya movió la primera ficha, al suprimir las primarias. Provocó un movimiento telúrico dentro y fuera del PJ. Ahora viene el paso siguiente.

Bajo estas condiciones, el 2022 no será un año manso. Estará signado por las tensiones. Lo predicen de uno y de otro lado. Lo reconocieron Leonardo Gioja y Marita Benavente. Sin embargo la secretaria/ministra confió en el 'estilo de apertura' del gobernador. Confió en que va a convocar y va a lograr canalizar esas tensiones. Basta mirar en retrospectiva corta para encontrar el antecedente del Acuerdo San Juan.

Desde abajo hacia arriba, las intrigas comienzan con las sucesiones en los municipios donde los intendentes no pueden repetir. Hay y habrá tironeos por instalar a uno u otro candidato, al heredero del jefe comunal o a otro que tenga aspiraciones y tal vez, mejor afinidad con Casa de Gobierno. Pero Benavente apostó a que este escenario que por momentos parece desordenado, finalmente encontrará el cauce. Y será Uñac el que lo encarrile.

Pero cuando se va escalando en la pirámide, llega el punto de mayor controversia, porque involucra directamente, personalmente, al mismísimo gobernador. Es el referido a la re-reelección, que Uñac está considerando y que todo su entorno implora, porque no encuentran a otro referente con ese grado de competitividad para enfrentar a Marcelo Orrego en 2023. El pocitano sigue siendo el que más mide.

Hay objeciones jurídicas de rango constitucional, partiendo del carácter indivisible de la fórmula de gobernador y vice. Si Uñac fue vicegobernador entre 2011 y 2015, algunos entienden que ese cuenta como su primer mandato y el que está transitando ahora sería el tercero. Por supuesto están las voces jurídicas en contrario, que opinan que Uñac recién se convirtió en gobernador en 2015 y todavía le queda la oportunidad de ir por la re-reelección, obtenida por José Luis Gioja a través de la enmienda y la consulta popular en 2011. 

'¿Por qué uno pudo ser gobernador tres veces y otro no?', preguntó Benavente al aire, sin escaparle a la discusión política que siempre subyace al debate jurídico. Efectivamente, vienen momentos de gran intensidad. La secretaria de Ciencia se acopló a otros funcionarios de alto rango, aunque con una dosis de autonomía, porque su origen no es estrictamente el uñaquismo. Coincidieron, se entendieron, las carreras de ambos confluyeron, pero ella está, notablemente, a la izquierda de él. Y viceversa. Él está a la derecha de ella.

'Creo que Sergio Uñac tiene las condiciones para ser gobernador en 2023', ratificó Marita. Y jugó más a fondo aún. Habló para sus pares, los que tiene al lado y los que tiene enfrente. 'No podemos ser mediocres, no podemos ser mezquinos, tenemos que ayudar a este joven gobernador para que la provincia prospere', señaló.

Habrá quienes seguramente no estén de acuerdo. Ni el peronismo ni sus aliados son homogéneos. Hay una diversidad en constante fricción. Aún así hay un punto de partida innegable. Todos los caminos conducen a Uñac. 


JAQUE MATE