El batacazo de Javier Milei en San Juan no apareció en ningún radar previo a las PASO del 13 de agosto, pero desde entonces hubo una sensibilidad extrema para detectar los brotes de esta ola libertaria. Tres anécdotas peronistas, en estricto off the record, entregaron algunas piezas del rompecabezas que terminará de armarse el 22 de octubre.

Caso 1: el industrial

Es un referente importante del sector fabril sanjuanino, exponente de la nueva dirigencia empresaria y filoperonista, aunque procura guardar la compostura detrás de un discurso sobrio y despojado de partidismos. En privado, confesó que la idea de dolarizar la economía sería una pésima noticia para la industria, que ya pasó por una experiencia semejante en los '90 con resultados desastrosos. 

Quedar atados a la moneda estadounidense les quitaría una herramienta de competitividad frente al mercado externo. El resultado sería el achicamiento del aparato productivo y, en consecuencia, la pérdida de los puestos de trabajo.

Esta memoria negativa de los '90 es motivo de charlas permanentes en el sector empresario veterano, pero hay una camada de jóvenes industriales, todos de pequeña y mediana escala, que ya tomaron posición a favor de Milei. La inflación asfixiante de la gestión actual y el fracaso de Juntos por el Cambio todavía reciente, empuja las voluntades hacia 'lo nuevo'. No hay más argumento.

La imposición del bono de 60.000 pesos para los trabajadores por decreto de necesidad y urgencia, bajo amenaza de multa en caso de incumplimiento, empeoró los ánimos en el microclima empresario.

Caso 2: el funcionario

Ocupa un lugar importante en el organigrama y tiene, además, pergaminos como dirigente de base. Este rasgo es doblemente valioso en el armado peronista, por el contacto territorial que le permite medir la temperatura de la calle. Desde esa posición se mostró preocupado por la demora del gobierno provincial en adherir al bono anunciado por Sergio Massa. 

¿Cómo recibiría Sergio Uñac al presidente Alberto Fernández o al propio Massa el lunes, para entregar el barrio Las Pampas, si rechaza abonar el refuerzo a los estatales sanjuaninos? Para un sector del peronismo, preocupado por el brote libertario, no es tiempo de tanta rigurosidad con las finanzas públicas. 

El empecinamiento en entregar las cuentas ordenadas a la gestión de Marcelo Orrego pagando el costo la actual administración empezó a generar ruido interno. Jamás saldrían a decirlo públicamente, por supuesto. Pero en privado opinan que el peronismo necesita congraciarse con la gente antes de que sea demasiado tarde.

Si algo quedó claro tras los resultados del 13 de agosto es que Milei se hace fuerte en el 'voto calentura'. Así lo definió el líder de la CGT local, Eduardo Cabello. Aplacar el malestar sería puro instinto de supervivencia, aunque de ninguna manera signifique garantía de nada.

Caso 3: la militante

Una 'compañera', definida como tal por un importante dirigente no alineado con el uñaquismo. Ella fue quien le confesó, en una de esas charlas posteriores a la primaria, algo políticamente incorrecto. Dijo que votar a Milei está mal, por supuesto, desde la doctrina justicialista. Pero, puso un pero.

Tal vez se ruborizó antes de decir lo que diría a continuación. Porque ella es mujer y en tiempos de sororidad una peronista no debería manifestarse como ella lo hizo. Aún así, tomó coraje y se pronunció. ¿Qué dijo? Que votar a Milei es inconcebible, pero el progresismo feminista exacerbado ya la saturó. En realidad lo expresó con palabras más fuertes. Irreproducibles. Basta esta mínima referencia para entender el punto.

El quiebre reveló mucho más que una postura anti-feminista. Siendo ella una militante barrial, con las zapatillas llenas de tierra de Lote Hogar, desnudó la fisura del peronismo con los sectores populares que siempre le dieron su base electoral.

¿Quién está en el extremo de lo políticamente incorrecto y cosecha votos con ese discurso de ruptura? Bingo.

Este jueves se dieron a conocer los resultados definitivos de las PASO y el margen de ventaja de La Libertad Avanza se achicó. Cayó unas décimas por debajo del 30 por ciento, quedando a tan solo un par de puntos de Unión por la Patria. En el medio quedó Juntos por el Cambio. El dato valioso es la nitidez del escenario de tercios prácticamente iguales.

Que Milei se haya puesto a la par y levemente por encima de las fuerzas tradicionales sigue siendo la gran revelación del 13 de agosto. La campaña apenas está despuntando y sería prematuro arriesgar una predicción.

Sin embargo, el Observatorio de Sociología Aplicada de la UBA difundió un estudio sobre cómo podría cambiar el voto entre la PASO y la general. Según ese informe, Bullrich corre el mayor riesgo de fuga hacia Milei. Si así fuere, Massa tendría mayores chances de llegar al balotaje frente al libertario el 19 de noviembre. Aún así hay que recordar que los laboratorios de opinión pública vienen errando.

Por eso resulta valioso para el análisis abrir los oídos. En la pluralidad de voces van apareciendo las piezas del rompecabezas. No todas, por supuesto. Por ahora, está muy difuso el cuadro final. Solo aparecen el temor y la confusión, como elementos recurrentes. Y un enojo transversal.


JAQUE MATE