'Lo hemos convocado a Marcelo Orrego para que se sume a esta patriada de sacar al kirchnerismo', dijo el libertario José Peluc pocas horas después de finalizado el comicio, en vivo en Banda Ancha. Lo hizo en perfecta coordinación con la estrategia nacional de acercamiento entre Javier Milei y Mauricio Macri. Pasaron las primeras 48 horas y el orreguismo seguía jugando al suspenso. Que el gobernador electo se mantenga neutral el 19 de noviembre debería ser bien valorado por Unión por la Patria.

Orrego todavía no sentó posición. Su próximo movimiento saldrá del acuerdo con sus pares, los mandatarios provinciales que tomarán la posta el 10 de diciembre con un presidente que no será de su mismo color político. Difícilmente se dejen imponer los acuerdos de cúpula de los referentes nacionales eliminados el 22 de octubre.

Como diputado nacional, Marcelo ha sido absolutamente riguroso en sus votaciones, siempre alineado con las posturas colectivas de Juntos por el Cambio. Hoy la coalición amarilla cruje por todos lados. Los radicales fueron los primeros en decir que no a un eventual acuerdo con Milei. Pero también hubo voces a favor del libertario que rápidamente salieron a contrarrestar la rebeldía de la UCR. Waldo Wolf y Ricardo López Murphy confirmaron su respaldo a Javier.

La sincronía entre La Libertad Avanza y el ala dura de Juntos por el Cambio quedó impregnada en los discursos del domingo por la noche. Primero habló Patricia Bullrich. Con Macri a su lado dijo: 'No voy a felicitar que vuelva al poder quien ha sido parte del peor gobierno de la historia argentina'. Por supuesto se refirió a Sergio Massa

De Milei no dijo absolutamente nada. Así dejó abierta la puerta a un entendimiento. Su límite sigue siendo el peronismo etiquetado como kirchnerismo. El resto, todavía puede ser materia de conversación. Por eso sostuvo: 'Nunca vamos a ser cómplices del populismo ni de las mafias que destruyeron este país'. Lo de 'montonera tirabombas' quedó en el pasado. Y el pasado, pisado.

Ese mismo domingo, minutos más tarde, Milei le correspondió a Bullrich con un discurso leído. Dijo: 'Yo vengo a dar por terminado el proceso de agresiones y ataques, y estoy dispuesto a hacer tabula rasa, a barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo'.

Si el enemigo es común, entonces habría que dar por consumado el pacto. Se ha formado una pareja, hubiera dicho el inolvidable Roberto Galán. Pero no. Hay terceros en discordia.

A Juntos por el Cambio ya no le alcanza con ser anti-K para ganar elecciones. Fue una de las conclusiones claras del domingo pasado. Por lo tanto es legítimo preguntarse si ese factor común, compartir el mismo enemigo, es suficiente para congeniar con Milei.

¿Oponerse al kirchnerismo desde ambos sectores les permitirá digerir el glosario de improperios libertarios hacia 'Juntos por el Cargo'? Este martes Milei volvió a definir el gobierno de Raúl Alfonsín como 'uno de los peores de la historia'. En junio, en la ciudad de Paraná, llegó a decir que el ícono radical 'se fue como una rata'.

Es el mismo Alfonsín de Luis Petri, el compañero de fórmula de Bullrich. El radical mendocino conmovió a los militantes de Orrego en el Camping del Centro Comercial de Santa Lucía, cuando recitó el Preámbulo de la Constitución Nacional como lo hizo Raúl en el cierre de campaña de 1983, hace 40 años.

El presidente de la UCR sanjuanina, Eduardo Castro, dejó plasmado este martes en Banda Ancha su rechazo a Milei. 'Tenemos una incompatibilidad ideológica muy importante', sostuvo el dirigente, miembro de la mesa chica de Juntos por el Cambio.

Todavía espera un guiño de Orrego para saber hacia dónde van a marchar. Pero fue indicativo que se atreviera a poner esa barrera. No espera, bajo ningún concepto, que el gobernador electo los lleve a militar por la ola violeta. Caso contrario, hubiese medido sus opiniones personales.

¿Significa esto que van a acompañar a Massa en el ballotage? No necesariamente. Tampoco se los han pedido. A Unión por la Patria le serviría muchísimo que Orrego y sus aliados se mantengan al margen. Con esa simple acción estarían colaborando.

Muy distinto sería si Marcelo contrajera algún compromiso con La Libertad Avanza y se pusiera la campaña al hombro, en esta veitena de días que restan para volver a las urnas.

Si Orrego decidiera mantenerse neutral, tendrá que afrontar el ataque libertario por ser 'funcional' al peronismo. Algo de eso deslizó Peluc en Canal 13 el lunes, pocas horas después de haberse cerrado el comicio.

Por otro lado, Orrego sabe que si gana Massa, tendrá que entenderse con un peronismo fuerte y opositor a su gobierno en la provincia. ¿Y si Sergio Uñac terminara como ministro de Interior, según los trascendidos en la prensa porteña? Tampoco es un escenario deseado por el santaluceño.

Las opciones se reducen. Marcelo podría ofrecer neutralidad como moneda de cambio para la gobernabilidad, si entendiera que Massa tiene mayores chances de ganar el 19 de noviembre. O bien podría jugarse como un cruzado para 'exterminar al kirchnerismo', como le viene demandando el sector libertario.

Si el gobernador electo pudo capear la interna de su propio frente, poniéndose por encima de la confrontación entre Horacio y Patricia, también podrá pasar por el medio del ballotage. Eso sí, serán tres semanas tormentosas.


JAQUE MATE