Se puede entender la interna peronista en clave de tango. En vez de 'paredón y después' sería 'unidad y después'. Porque la confluencia de los dos tanques del PJ -Sergio Uñac y José Luis Gioja- resuelve mucho, pero no todo. La unidad no es un objetivo sino un medio para llegar a la meta. Para sostenerse en el poder.

La foto que dejó la reunión preparatoria del Frente San Juan por Todos no necesitó interpretación. Fue explícita. La imagen de Leonardo Gioja sentado junto a Rubén Uñac bastó para mandar un mensaje clarísimo a los militantes de ambos sectores.

Seguramente quedan enconos de largo arrastre, pero es evidente que el acuerdo está muy encaminado y aquel amague de jugar por afuera del oficialismo se diluyó. En el medio pasaron cosas. Hubo mucho diálogo, pero fundamentalmente una necesidad compartida. Divididos le harían un gran favor a la oposición. Y las distancias ya no son lo que eran. Todos los ensayos arrojan una definición cabeza a cabeza. A nadie le sobra nada, ni de uno ni del otro lado de la grieta.

No es secreto para nadie que Rubén es el puntal político de Sergio. En tono de reconocimiento y también de reproche, muchos uñaquistas dicen que al único que verdaderamente escucha el gobernador es a su hermano senador.

Rubén dio prácticamente por hecho que Gioja jugará por dentro del PJ orgánico y por lo tanto sus votos se sumarán recíprocamente con los de Sergio el domingo 14 de mayo. Unidad lograda relativamente. ¿Y después? Después quedarán varias cuestiones estratégicas todavía pendientes de resolución.

El sábado 25 de marzo, fecha límite de presentación de listas, podrían aparecer más nombres en la línea de largada. Lo admitió el propio Rubén al ser consultado por el móvil de Canal 13. 'Puede haber una más, dos más. Me parece que sería importante', fueron sus palabras textuales. ¿Qué quiso decir?

Uñac tiene varios borradores sobre su escritorio. Hace dos fines de semana mantuvo una reunión con dos importantes referentes del kirchnerismo local, Ruperto Godoy y Horacio Quiroga, donde hablaron de la posibilidad de que conformen una lista completa con ese signo. En nombre de Cristina. Fue apenas una conversación. No quedaron en nada puntual. Pero existió.

Otro alto dirigente del peronismo reveló que le hablaron a Uñac sobre la 'necesidad' de habilitar otros candidatos a gobernador. No importa si suman muchos o pocos votos, sino su rol en la campaña. Al menos una parte del oficialismo calcula que Sergio será blanco de fuertes críticas de los candidatos opositores e incluso del mismo Gioja. 

¿Quién saldrá a rivalizar con ellos? En ningún caso sería el gobernador. En Paula y Libertador cuentan con la defensa de los ministros o los intendentes. Algunos no están convencidos. En el fragor de la campaña los candidatos monopolizan la palabra. Para esa tarea de confrontación serían necesarios otros referentes en la contienda.

'Unidad y después' significa también prepararse para tres meses duros. Que Gioja esté encaminado a competir por dentro del frente oficialista no significa, de ninguna manera, que vaya a bajar el tono de sus cuestionamientos hacia Uñac. Desde el Frente Unidos por San Juan, Marcelo Orrego podría ser el más moderado, en comparación con Eduardo Cáceres y Marcelo Arancibia

En jerga política, en sentido figurado, habrá francotiradores apuntando al gobernador con alta intensidad. ¿Quién los va a cruzar? ¿Habrá solamente una estrategia de defensa?

En estos tres meses duros hasta el 14 de mayo deberá resolverse también la cuestión constitucional sobre la candidatura de Uñac, que ya judicializó Dignidad Ciudadana. Gioja coincide con la oposición acerca de la imposibilidad del gobernador de ir por otro mandato consecutivo, pero hasta ahora su espacio no ha actuado en Tribunales.

Un dirigente de la línea Lealtad Justicialista reconoció que están observando detenidamente la movida de Dignidad Ciudadana y Juntos por el Cambio. Podrían intervenir si vieran que la oposición levanta el pie del acelerador. Dicho de otra manera: van a dejar hacer. Y van a cruzar los dedos. Entienden que si Uñac finalmente no pudiera ser candidato a gobernador, al peronismo le quedaría solo una figura fuerte en carrera: Gioja.

En la relatividad de los tiempos políticos, esa especulación todavía está lejos. Antes hay que abrochar el frente electoral y el primer paso está prácticamente consumado. Uñac y Gioja van a competir mutuamente y van a sumarse los puntos también mutuamente. Pero pueden no ser los únicos dos en la carrera del oficialismo.

Franco Aranda construyó una estructura suficiente para anotarse como candidato a gobernador con el sello del Frente Renovador. Logró recomponer la relación con Uñac después de la ruptura del año pasado. Debería jugar adentro. Sabe de antemano que correrá desde atrás. ¿Qué ganaría perdiendo? Es más que una pregunta retórica.

Si Aranda fuera candidato, haría un aporte de votos para colaborar con la continuidad del peronismo. ¿Habría un reconocimiento después del 10 de diciembre a la hora de conformar el equipo de gestión? Es lo que está en negociación.

Este lunes, mientras se reunían los eventuales integrantes del frente oficialista, Uñac estaba en Casa de Gobierno reunido con un intendente. ¿Con quién? Con Cristian Andino. Puntos suspensivos. ¿Y Fabián Gramajo? Más puntos suspensivos. 

Los dos integran el PJ y tienen ambiciones. Ninguno de los dos puede repetir en su municipio. Pero ahí se terminan las similitudes. Hay temperamentos muy diferentes. Mientras Andino no se ha postulado a nada todavía, Gramajo está mostrándose como figura expectante. Lo miran con recelo. Le sugieren que tenga paciencia, que no se apresure. Pero es impredecible su comportamiento.

Entonces sí, hay unidad. Ahora falta el después.


JAQUE MATE