El jueves 31 de marzo esta misma columna se tituló 'Unidad se escribe con P de peronismo'. En medio de las tensiones internas que ya habían hecho eclosión por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, había llegado a San Juan la diputada nacional Victoria Tolosa Paz y había sido recibida por Sergio Uñac tanto en Casa de Gobierno como en la sede central del Partido Justicialista. Parecía entonces que los avatares del Frente de Todos se podían superar volviendo a las fuentes. Desempolvando la doctrina histórica del General. Pero pasaron cosas.

El Frente de Todos quedó al borde de la desintegración a nivel nacional, tras la salida intempestiva de Martín Guzmán del Ministerio de Economía de Nación el sábado 2 de julio. La llegada de Silvina Batakis pudo significar un manto de piedad para suturar las diferencias entre albertistas, cristinistas y massistas. Pero los primeros anuncios provocaron otra hemorragia. Fue evidente la respuesta del Frente Patria Grande, de Juan Grabois, este jueves en Buenos Aires. Una pata del oficialismo no quiere saber nada con la disciplina fiscal que embandera la flamante funcionaria.

San Juan no es una isla y las tempestades nacionales llegan. Algunas veces con demora, siempre llegan. Sin embargo, Uñac ha conseguido que las internas no se filtren al interior de su gobierno. Y no es poco. En cambio los roces son evidentes en lo partidario, con el sector que lidera José Luis Gioja. Las diferencias explotaron en la Legislatura, donde los tres diputados del bloque Lealtad no solo se apartaron del oficialismo sino que hoy tienen una postura combativa en cada debate, hasta opacar a la oposición.

En un contexto nacional tan adverso, Uñac y su conjunto de dirigentes territoriales tienen muy en claro que la cita electoral de 2023 será difícil, con viento en contra. Por eso la unidad del peronismo parece imprescindible. Les queda mucho trabajo por delante en esa materia.

El problema es que la unidad tiene varias condiciones. El ministro de Gobierno, Alberto Hensel, trazó una línea meridiana este jueves en Banda Ancha. Dijo que 'no hay unidad si no hay alguien que conduzca'. Por lo tanto, unidad ya no se escribe con P de peronismo. Unidad se escribe con U, de Uñac. O no se escribe.

Esta semana que termina el giojismo lanzó un operativo clamor por redes sociales, para comenzar a instalar la idea del regreso del exgobernador. 'Te queremos ver volver. San Juan te necesita', imprimieron los 'leales al Flaco', así identificados. Fue una manera explícita de ponerlo a rivalizar con Uñac. 

En simultáneo circuló en la militancia justicialista un documento titulado 'Reelección de Sergio 2023', con argumentos jurídicos a favor de una nueva reelección. Aunque el gobernador no ha anunciado una nueva candidatura, hay todo un dispositivo montado en esa dirección.

Por ese tironeo transita el peronismo sanjuanino. Por eso Hensel salió a marcar la cancha en la entrevista en Banda Ancha, como lo viene haciendo puertas adentro del partido cada vez que visita una junta departamental o una unidad básica. Está abocado a la función pública, a la Red Tulum y al resto de sus responsabilidades, sin descuidar la arquitectura política. Su desembarco en el Ministerio de Gobierno siempre tuvo esa doble faceta.

Este jueves dijo que Uñac es 'el que más consenso tiene, tanto a nivel interno como a nivel externo'. Por lo tanto, en sus propios términos, 'es el mejor referente para seguir conduciendo los destinos de la provincia'. Convocar a la unidad del peronismo significa, a estas alturas, allanarse al liderazgo de Sergio. ¿Por qué razón se sumaría el giojismo mansamente?

Bueno, nadie dijo que vaya a ser mansamente. Pero al final, la expectativa del uñaquismo es que se imponga el pragmatismo. O el instinto de supervivencia. El ministro de Gobierno dijo que 'en política nadie se suicida'. 

Bajo esa perspectiva, las chances de sostener el poder están atadas a la unidad. Y la unidad está subordinada al reconocimiento de un solo conductor. Hensel les pasó factura a los compañeros alineados con el diputado nacional Gioja. 'Nosotros nunca discutimos la conducción en este gobierno, ni en el anterior, ni en el anterior ni en el anterior', apuntó el ministro. 

Es más aún, desafió a los giojistas a ser 'verdaderamente justicialistas' y respetar la voluntad de los afiliados y la ciudadanía, atento a que todos votaron y Uñac siempre ganó. Tanto en las urnas partidarias como en elecciones generales. Por lo tanto, la unidad solo es posible bajo el liderazgo de una cabeza que no admite disputa. Ese es el planteo del oficialismo. ¿Terminará aceptando Gioja? La experiencia indica que las decisiones llegarán sobre la hora. Mientras tanto, habrá que prepararse para atestiguar todo un montaje de rivalidades.

Durante los meses que vendrán, cada sector del Frente de Todos buscará subir la cotización de sus acciones para encontrar los mejores lugares en el reparto de listas. No lo dirán hacia afuera, porque es parte de la cocina interna. Pero se están jugando las reglas de convivencia para los tiempos que vendrán.

'Creo que en algún momento vamos a terminar en unidad y las disputas quedarán circunscriptas al sistema electoral', pronosticó esperanzado Hensel. Claro que todavía no hay sistema electoral y esa incertidumbre poco ayuda. Mientras tanto, más allá de lo jurídico, hay un planteo político. Y ahí el margen se achicó sin atenuantes: unidad se escribe con U, de Uñac. O no se escribe.


JAQUE MATE