Y la grieta llegó a San Juan
¿Qué hay detrás de la guerra de pedidos de informe? Empieza una nueva etapa, sin términos medios. Golpe y contragolpe.
A pesar del frío y el cielo nublado, la primavera llegó con todo. Y la política levantó la temperatura con una verdadera guerra de pedidos de informe. Primero fue el de los concejales justicialistas y bloquistas en Rivadavia, que incomodó al intendente Fabián Martín. Dos días después, este 21 de septiembre, la oposición contestó con un planteo similar pero en la Legislatura.
En la superficie, las razones fueron idénticas de uno y de otro lado: conocer el origen de los recursos y el monto final del gasto, en tiempos de vacas flacas. En el fondo, las razones también fueron idénticas de uno y de otro lado: la cordialidad irá desapareciendo progresivamente mientras se aproxima el 2023 electoral. Sin perder los modales, sin caer en la confrontación agresiva de Buenos Aires, la grieta llegará igual. O ya llegó.
Fue interesante cómo se precipitaron las cosas. Hasta ahora la disputa había quedado circunscripta a la legislación electoral. Primero, a la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Luego a la aprobación del nuevo Sistema de Participación Amplia y Democrática o SIPAD. Fue un debate de tono elevado en el recinto y llegó hasta la Corte de Justicia. Hubo barullo en redes sociales y se involucró a los más altos referentes de Juntos por el Cambio, desde Mauricio Macri hasta Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Esta semana la rivalidad explotó por otro lado. Hasta podría decirse que fue inesperado. Los concejales justicialistas y bloquistas de Rivadavia saltaron a la yugular del intendente por la cena para unos 2.000 docentes que ofreció el viernes 16 de septiembre. Martín fue el anfitrión de la velada, pero estuvo acompañado por el diputado departamental Sergio Miodowsky, potencial heredero del municipio. Además asistió el diputado nacional Marcelo Orrego,candidato natural a gobernador por Juntos por el Cambio.
Fue justo el viernes del paro de docentes autoconvocados. A pocas horas de haber recibido a Bullrich en San Juan y que ella hubiese saludado a los manifestantes mientras se desplazaban por las calles céntricas en rechazo al último aumento salarial. La jornada terminó con esa coqueta cena que no se había podido realizar durante los años de pandemia. Hubo discursos y buena onda. Todo quedó debidamente reflejado en las cuentas oficiales del municipio en redes sociales.
El lunes los ediles de la oposición -que son oficialismo a nivel provincial- presentaron ruidosamente un pedido de informe para que Martín conteste de dónde salió la plata para esa cena y cuánto costó. Incluso, si fue una actividad institucional o partidaria. Los concejales se encargaron de divulgar a diestra y siniestra su jugada, denunciando además que nunca les contestan desde el Ejecutivo Municipal.
Del otro lado hubo silencio. Exactamente 48 horas de silencio. El día de la primavera, en bloque, Juntos por el Cambio contragolpeó en la Legislatura con un pedido de informe kilométrico, en idénticos términos que el que presentaron los concejales de Rivadavia. Es decir, le preguntaron al Poder Ejecutivo Provincial cuánto costaron y de dónde salieron los recursos para una serie de eventos culturales y deportivos ocurridos desde abril a la fecha.
El repentino interés por el financiamiento del Concierto de las Américas, que se hizo el 30 de abril en Calingasta, cinco meses después, solo se explica políticamente. Frente al zapateo de los concejales peronistas y bloquistas en Rivadavia, un malambo de los diputados orreguistas en la Legislatura.
No es menor conocer las erogaciones en detalle. Por supuesto que importa y mucho. Dotar de transparencia a la cosa pública siempre será meritorio. Tiene que ver con la calidad institucional. Pero la oportunidad de los pedidos de informe desvirtúa bastante la razones. En esta ocasión, funcionan como munición política. Todo el mundo a las trincheras.
El poder legislativo, en la provincia y los municipios, tiene la facultad y el deber de controlar al Ejecutivo. Pero también hay otros órganos involucrados en el control concomitante -la Contaduría General de la Provincia- y el control posterior -el Tribunal de Cuentas-. Nada de esto está en discusión esta vez. Es una cuestión de orden político estrictamente. Y, créase o no, es legítimo también.
Porque el intendente Martín seguramente tiene un marco legal cuidado para presentar el gasto de la cena de los docentes, como el Ministerio de Turismo y Cultura o la Secretaría de Estado de Deportes también podrán responder administrativamente por los eventos realizados. Nadie espere una desprolijidad flagrante en la registración de esas erogaciones. Lo que está en tela de juicio es el direccionamiento del gasto.
Cuando la inflación azota a la sociedad en su conjunto, cuando el malhumor social empieza a sentirse, la política mete la cola. La disputa está planteada no en términos legales o administrativos sino en términos de conveniencia. ¿Se justifica gastar en una cena, en una carrera de autos o en un espectáculo artístico? Habrá dos bibliotecas seguramente.
No es una pulseada novedosa, para nada. Lo llamativo esta vez fue la pirotecnia. La guerra de pedidos de informe estaría descubriendo otra etapa. Y esa es la noticia. Empezó un nuevo capítulo en la carrera electoral, donde los dos principales espacios están dispuestos a marcarse el uno al otro. Sin concesiones. Porque así está planteado el voto, sin lugar para terceros. Blanco o negro. Pura grieta.
JAQUE MATE