Hubo cierto respiro de alivio en el uñaquismo de primera, segunda y tercera línea, tras la convocatoria del gobernador el pasado lunes en la sede histórica de calle 25 de Mayo. Cuando las convicciones pueden flaquear, nada mejor que un llamado de atención. Un zamarrón. Y eso fue lo sucedido efectivamente este 18 de julio, prácticamente convertido en el punto de partida de la campaña 2023.

Lo venían reconociendo en voz baja altos referentes del espacio, en conversaciones reservadas. Se quejaban del clima revuelto que se respiraba en las juntas departamentales. Por eso algunos ministros se dieron la tarea de recorrer la provincia para ir ordenando la tropa. Cada encuentro empezó igual: con tono elevado y mucha incertidumbre. El diagnóstico, en todos los casos, era la desorientación. Y donde no hay una dirección clara, prosperan las ideas alternativas.

Se explica a partir del ADN peronista. Desde el 17 de octubre de 1945, el movimiento requiere de una conducción vertical, única, bien piramidal. No conocen otro modo de funcionamiento.

Que Sergio Uñac es el presidente del PJ, quedó sellado en las internas del 15 de marzo de 2020. Validó su liderazgo con el 70 por ciento de los votos de los afiliados. Sin embargo, sobrevino la pandemia y las reuniones partidarias se diluyeron en alguna convocatoria virtual. Fría. En paralelo brotaron las mesas de café, reuniones paralelas, conjeturas y ensayos para todos los paladares.

La pregunta que sobrevoló todo este tiempo fue la siguiente: ¿seguirá siendo Uñac la cabeza del proyecto político o cabe aguna posibilidad de que se aparte y le ceda el lugar a otro? Si el gobernador diera un paso al costado, se abriría una interna de grandes proporciones porque hay varios anotados. Las aspiraciones, que son legítimas, están apenas disimuladas ante la chance cada vez más palpable de que Sergio sea nuevamente candidato.

Y fue el mensaje implícito del pasado lunes. No hubo anuncio, porque no cabía hacerlo de ninguna manera. Pero quedó plasmado por dónde pasa la conducción. Para el peronismo, fue una señal imprescindible. Habrá que guardar las aspiraciones para más adelante o enfrentarse directamente con Uñac, porque el gobernador está dispuesto a competir. Solo el giojismo daría esa batalla, pero eso también está por verse. Hay tiempo todavía para que prospere algún acuerdo aunque parezca improbable.

Los peronistas no se reunían en la sede de calle 25 de Mayo y Alem desde marzo, cuando Uñac abrió el partido para recibir a la diputada nacional albertista Victoria Tolosa Paz. Fue un encuentro discreto. El regreso a la casa justicialista este lunes 18 de julio desbordó todas las expectativas. Hubo movilización e instalaciones colmadas. Como antaño.

Todo el folklore peronista fue coronado con una bajada de línea directa, sin intermediarios. Lo escucharon a Uñac hablar de lo conseguido desde 2003 en adelante y también de los nuevos desafíos por delante. Dejó una instrucción clarísima para salir a militar en el territorio.

Hay que reparar también en la génesis del acto peronista, organizado hace meses por el ministro de Desarrollo Humano, Fabián Aballay. A cargo de la Secretaría de Capacitación y Adoctrinamiento del PJ, el dirigente uñaquista pergeñó un curso de formación dirigencial. Será la excusa perfecta para traer oradores de rango nacional. Que San Juan se convierta en un epicentro peronista y que esto contribuya a tonificar las bases. No se ganan elecciones solamente con estructura, pero sin estructura es más fácil perder. Lo saben los veteranos.

'Es necesario que la conducción nos pueda ordenar', reconoció el subsecretario de Articulación y Abordaje Territorial, Cristian Morales, este martes en Banda Ancha. El dirigente egresado de la Juventud Peronista hoy colabora de manera directa con Aballay. Hay que interpretar sus declaraciones en ese contexto.

Dijo que necesitan activarse y que fue bueno recuperar la mística. Que el gobernador dejó una hoja de ruta trazada en su discurso, con los argumentos que la tropa militante debiera incorporar para salir a defender al Frente de Todos todavía sin nombres, sin candidaturas.

Será difícil contener las urgencias sobre todo en los departamentos, donde los dirigentes saben que el que se duerma en los laureles podría quedarse fuera de juego. Que San Juan no tenga definido el sistema electoral del año que viene, si habrá primarias o no, agrega una cuota de incertidumbre. Entonces, pululan las maniobras para aparecer en el mapa. Después se verá el cómo.

'El movimiento es algo que está en permanente ebullición, hay encuentros, desencuentros, como en una gran familia. Cuando hay algo que está permanentemente moviéndose, es necesario que la conducción pueda ordenarnos', reiteró Morales, sin disimular estas tensiones internas que son muy evidentes.

Reapareció Uñac para aplacar los tironeos. Seguirán estando, lógicamente. Pero al menos quedó trazada una línea nítida donde el gobernador se plantó nuevamente a la cabeza del movimiento. Queda escrito entonces que cada decisión orientada a 2023 tendrá que pasar necesariamente por Paula y Libertador. Los intendentes se cuadraron de inmediato, al menos para la foto.

Falta resolver la situación con la línea Lealtad Justicialista, que lidera José Luis Gioja. Desde ese espacio ya hablan del regreso del exgobernador, pero él todavía no ha dicho nada al respecto, aunque se lo ha visto muy activo recorriendo la provincia en las últimas semanas. Este miércoles estará en Caucete.

El giojismo, que fue el primero en objetar la eliminación de las PASO, también plantea reparos a una nueva candidatura de Uñac. Hoy el divorcio parece irreversible. Pero esto es política. Y la política es dinámica. Por lo pronto, Uñac hizo su jugada y pegó un zamarrón.


JAQUE MATE