Sergio Guzmán, politólogo de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), analizó en el programa Mirá quién habla los cambios en la geopolítica mundial y el surgimiento de una nueva era de imperialismos, marcada por la redistribución del poder entre las grandes potencias: Estados Unidos, China y Rusia. Guzmán destacó que el reciente "reto" del expresidente Donald Trump al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, es un claro mensaje a Europa sobre su papel en el nuevo orden internacional.

Geopolítica actual: el nuevo orden mundial y el papel de las grandes potencias

Guzmán explicó que, desde la asunción de Trump, se ha intentado reordenar el mundo en tres grandes zonas de influencia, lideradas por Estados Unidos, China y Rusia. "Es una lógica similar a la de la Guerra Fría, pero reformulada. Ahora, el mundo se divide en tres espacios territoriales controlados por estas potencias", señaló.

Este nuevo escenario se evidencia en acciones recientes, como el llamado "reto" de Trump a Zelenski durante una conferencia. "Fue un gesto elocuente, como un abuelo regañando a un niño. Eso no se lo harías a Putin, por ejemplo. Este acto no solo fue un mensaje directo a Zelenski, sino también a Europa, que quedó desairada y neutralizada como interlocutor", afirmó Guzmán.

El politólogo destacó que Europa ha sido una de las principales víctimas de este reordenamiento. "Europa apoyó económicamente a Ucrania en su conflicto con Rusia, pero ahora Estados Unidos minimiza ese esfuerzo. Esto deja a Europa en una posición frágil, sin un garante claro de su seguridad y con su prestigio internacional socavado", explicó.

Guzmán también mencionó que este debilitamiento de Europa podría abrir una oportunidad para que China consolide su rol como garante del orden internacional. "Estados Unidos se ha vuelto imprevisible bajo el liderazgo de Trump, lo que erosiona su prestigio. China, en cambio, podría aprovechar esta situación para fortalecer su influencia global", agregó.

El politólogo describió a Trump como un líder "tosco" y "vehemente" en términos diplomáticos, pero destacó su habilidad para negociar. "Trump no es un hombre de gran retórica, pero sabe negociar. Lo que está haciendo con Putin y en otros escenarios, como Gaza, es buscar oportunidades para los negocios estadounidenses. Él ve el mundo en términos de edificios, dinero y acuerdos comerciales", afirmó.

Guzmán también señaló que el acercamiento de Trump a Rusia tiene un objetivo claro: contrarrestar el poder de China. "Rusia no es el principal adversario de Estados Unidos; ese lugar lo ocupa China. Trump busca equilibrar el poder global, tal como hizo Nixon en los años 70 con su acercamiento a China para debilitar a la Unión Soviética", explicó.

El politólogo subrayó que Ucrania ha sido una de las mayores víctimas de este nuevo orden. "Pensar que Ucrania podría llegar a Moscú o tomar San Petersburgo es ingenuo. Rusia es una máquina de guerra que ni siquiera ha tenido que movilizar a sus reservas. Ucrania está pagando un precio muy alto por este conflicto", sostuvo.

Guzmán también recordó que Rusia tiene una ventaja estratégica clave: el puerto de Crimea, el único que no se congela durante todo el año. "Esto demuestra la importancia geopolítica de la región y por qué Rusia no cederá fácilmente", agregó.

En conclusión, Guzmán afirmó que el mundo está transitando hacia un nuevo orden dividido en tres grandes zonas de influencia. "Estados Unidos busca redistribuir el poder bajo esta lógica, pero en el proceso está desgastando su propia imagen. Mientras tanto, China y Rusia buscan consolidar sus posiciones. Este es el panorama actual: un mundo en el que las grandes potencias se disputan el control, y los más afectados son los países que quedan atrapados en medio de estas tensiones, como Ucrania y Europa", finalizó.