El 31 de diciembre caducó la resolución del congelamiento de dietas y los senadores nacionales van a tener un incremento importante en sus salarios. Cobrarán unos $9,5 millones en bruto por enero. Sólo habría marcha atrás si hay acuerdo y se prorroga la decisión de mantener fijos los sueldos antes de que se haga la liquidación, a mediados de mes. Esta decisión vuelve a enfrentar al sector de la vicepresidenta con el ala del presidente Javier Milei.

A diferencia de la vez en la que levantaron la mano, en esta ocasión el aumento es automático. El salario de los legisladores se fijó en 2.500 módulos -el sistema empleado para determinar los sueldos de los trabajadores del Congreso- más 1.000 módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo, dado que pertenecen a las provincias y debe trabajar en Buenos Aires. Durante el año el módulo fue aumentando su valor, pero por el congelamiento que habían aprobado, los senadores no percibieron cambios. Pero ahora con la resolución vencida, la dieta se calcula otra vez sobre los módulos actualizados y eso significa para los representantes de las provincias, un fuerte incremento para este mes.

Los bloques del PRO, La Libertad Avanza (LLA), la Unión Cívica Radical (UCR) y los federales de Provincias Unidas le pidieron a la vicepresidenta Villarruel que extienda la suspensión de los aumentos por vía administrativa. Esto se suma al pedido y críticas que salieron desde Casa Rosada en la misma dirección. Los senadores le solicitaron que firme una nueva resolución como titular de la Cámara.

Sin embargo, la vicepresidenta insistió con que el tema debía votarse en el recinto dado que no puede decidir por todo el cuerpo. Pide que todas las bancadas estén de acuerdo antes de poner la firma, por lo que todavía falta el interbloque Unión por la Patria que posee 33 senadores y otros “federales” más.