¿Por qué el terremoto del 2021 causó menos daño en San Juan?
En una entrevista exclusiva con Diario 13, el ingeniero Eugenio Seguin explicó las razones detrás de esta notable diferencia.
San Juan, históricamente marcada por su vulnerabilidad sísmica, vivió en 2021 un terremoto que, aunque impactante, dejó daños mucho menores que los registrados en eventos anteriores como los de 1944 o 1977. En una entrevista exclusiva con Diario 13, el ingeniero Eugenio Seguin, explicó las razones detrás de esta notable diferencia.
El terremoto del 2021 tuvo una magnitud estimada de 6.1 a 6.2, considerablemente menor en comparación con los terremotos de 1944 (7.4) y 1977 (también 7.4) o incluso uno previo en 1894, que fue de 8,6 grados. Seguin explica que la magnitud refleja la cantidad de energía liberada durante un sismo, y utiliza una analogía para hacerlo más comprensible: “Es como un equipo de música. La magnitud es la energía que libera el equipo, mientras que la intensidad es lo que sentimos dependiendo de la distancia. Un terremoto de magnitud 7 libera 33 veces más energía que uno de magnitud 6.”
Esta diferencia en la magnitud influye directamente en el daño potencial. Por ejemplo, los terremotos de 1944 y 1977 generaron réplicas fuertes que extendieron su impacto, algo que no ocurrió en 2021 debido a la menor energía liberada.
Uno de los aspectos más importantes que destacó el ingeniero Seguin fue el avance en las reglamentaciones y en las técnicas de construcción. “En 1944, San Juan no tenía ningún tipo de normativa sísmica. La mayoría de las construcciones eran de adobe, un material que colapsó en un 90 a 95% durante ese terremoto, causando miles de víctimas fatales,” recordó.
La primera normativa sísmica en la provincia surgió en la década de 1950, durante la reconstrucción de San Juan, con la participación de expertos locales y extranjeros. Estas normativas se basaron en principios desarrollados tras desastres sísmicos como el terremoto de Messina, Italia, en 1908, que dejó 80.000 muertos. Desde entonces, la ingeniería sísmica ha avanzado significativamente.
“En los años 70, ya teníamos códigos bastante avanzados en comparación con los de la década del 50, pero aún había fallas que se fueron perfeccionando con el tiempo. A partir de los años 80 y 90, surgieron normativas modernas que se siguen utilizando actualmente,” explicó Seguin.
El diseño de las construcciones actuales también juega un papel clave en la reducción de daños. Seguin señaló que los edificios modernos están diseñados para resistir cargas horizontales y disipar la energía de los sismos. Sin embargo, aclaró: “A partir de un nivel determinado de intensidad, los edificios comienzan a sufrir daños para proteger la vida de las personas. En el terremoto del 2021, no se alcanzó ese umbral crítico.”
Este diseño permite que las estructuras permanezcan en pie durante un sismo, aunque puedan requerir reparaciones posteriores. Según el ingeniero, en el evento de 2021, los daños observados fueron mínimos y se limitaron a elementos no estructurales, como paredes o techos secundarios, que no comprometen la seguridad de las personas.
Un aspecto crucial del progreso en la ingeniería sísmica es el aprendizaje continuo tras cada evento. “Cada terremoto aporta información valiosa para mejorar las normativas. En países desarrollados, las regulaciones se actualizan cada tres años, y nosotros adoptamos esas mejoras,” señaló Seguin.
A partir de este enfoque, las construcciones en San Juan han alcanzado estándares que protegen a la población incluso en eventos sísmicos de considerable magnitud. Este avance, sumado a la menor energía liberada en el terremoto de 2021, explica por qué los daños fueron significativamente menores en comparación con tragedias pasadas.
A pesar de los avances, Seguin subraya la importancia de mantener y actualizar las normativas sísmicas, así como de concientizar a la población sobre la necesidad de construir bajo estos estándares. “Un terremoto es inevitable, pero podemos reducir su impacto si estamos preparados. La historia de San Juan es prueba de ello,” concluyó.