En las últimas horas en la provincia de San Juan se ha formado un debate acerca de la utilización de los llamados cañones anti-tormentas. Esto se debe a que los puesteros de zonas como Sarmiento aseguran que estos artefactos son usados en San Juan para evitar las precipitaciones, provocando que no crezcan los pastizales de donde se alimentan caballos y demás animales. En ese contexto, un especialista contó que desde hace 30 años que en Europa se prohibió su uso al desconocer si son perjudiciales para el medio ambiente.

Oscar Dölling, ingeniero Hidráulico de la UNSJ, explicó en Banda Ancha cuándo surgieron estos cañones además de hablar de algunos estudios científicos que se realizaron sobre los mismos. Acerca de esto comentó que no está probada su efectiva funcionalidad para evitar tormentas.

'Este tipo de instrumentos son inventos de principios del siglo pasado. Desde 1900 ya teníamos este invento con el mito de que producía este efecto en las tormentas. Se hicieron muchas investigaciones en Europa, se extendió sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. No deja de ser un instrumento que las investigaciones científicas descartaron su efectividad. Investigaciones en Suiza indicaban que había sólo un 35% de efectividad en algunos casos, pero con un 65% de probabilidad de que el elemento provocara granizo de mayor tamaño incluso, siendo contraproducente', detalló.

Además de que su utilización podría provocar granizadas mucho más severas, Dölling comentó que algunos países comenzar a regular su uso. Directamente en la década del 90 naciones de Europa tomaron la decisión de prohibir su utilizaciones, algo que posteriormente se replicó en los Estados Unidos. 

'La teoría es que estos cañones provocan explosiones con gases cuyas ondas sonoras viajan al interior de la nube. El granizo se forma a partir de condiciones muy particulares de ascensos de las gotas de agua a partir de corrientes de aire caliente que las hacen subir a alturas importantes de más de 5 o 10 kilómetros respecto del suelo. Ahí las temperaturas son menores de 0 grados que es donde se empieza a congelar la gota, formando el granizo. Estos anillos sonoros que se propagan por el estallido que producen, tienen una baja probabilidad de funcionar', explicó.

Por último, el especialista opinó que al haber tanto desconocimientos sobre los efectos que pueden llegar a causar, él recomienda no utilizar estos cañones en San Juan y en cualquier parte del mundo. Esto se debe a que todavía falta concluir científicamente que efectos negativos o positivos podrían causar estas prácticas.

'Todo esto es experimental, no hay nada científico comprobado en el efecto que causa en las nubes. No hay nada comprobado ni los efectos positivos ni adversos. Tanto en Estados Unidos como Europa está prohibido hacer experimentos con el clima o con las nubes. Yo aconsejaría que no se haga si no es bajo ciertas condiciones éticas que ya existan en países como Estados Unidos, Canadá o en Europa. Si no es para una investigación, estas prácticas pueden no provocar nada o ser perjudiciales. Como no lo sabemos, yo soy partidario de no realizar estas prácticas', sentenció.