Anunció su retiro el hombre que más conoce el cielo sanjuanino

Un personaje sanjuanino de esos que acumulan en el anecdotario personal miles de historias vividas. Contadas y por contar. Walter Gallardo, el piloto que más conoce el cielo sanjuanino por haber ejercido su actividad por casi 40 años, contó el viernes en Tarde Trece que se retira

‘No me gusta la idea de jubilarme, es lo único que se hacer así que voy a seguir volando, porque volar para mí es como caminar’, expresó en una entrevista cargada de anécdotas en las que casi la muerte le gana la batalla, pero le pudo torcer la mano.

Walter empezó contando que en sus inicios, para recaudar dinero para desarrollarse como profesional acudió a su padre y un hermano mayor. Ambos en ese entonces trabajando como taxistas accedieron a prestarle el auto para ‘gánese unos pesos’. Luego vendría su extensa carrera recorriendo la provincia desde un helicóptero.

El experimentado piloto realizó cientos de vuelos sanitarios, siendo parte de los grupos humanos de profesionales que le salvaron la vida a tantos sanjuaninos. Además, trasladó a infinidades de artistas, políticos, deportistas y otras personalidades que pisaron suelo sanjuanino para presentarse.

Entre todas las figuras que a lo largo de sus casi 40 años de profesión trasladó, destacó la del capo cómica Tato Bores. ‘Él fue al Valle de la Luna para hacer la presentación de su obra Tato en América. Tenía un sequito de 40 personas que lo adoraban, se notaba que era un buen tipo’, rememoró.

A la hora de hablar de los motivos que lo llevan a dejar la actividad profesional, Walter expresó: ‘No me gusta la idea de jubilarme, para mi volar es como caminar no voy a dejar de volar porque es lo único que se hacer. La idea es seguir volando mientras pueda’.

El exiguo piloto sanjuanino se realiza cada año un examen psicofísico que siempre le ha dado bien. Incluso después de quemaduras graves, como la vez que se quemó el 55% del cuerpo con combustible. Por tal motivo, si le sigue dando bien este examen seguirá volando, pero desde ahora en más como aficionado. Como amante del cielo de San Juan.

Walter estuvo muy cerca de la muerte, y siempre consiguió gambetearla. Sin dudas la vez que más se le acercó la parca, fue a comienzos de agosto de 1987. El siete de ese mes, él y otros dos compañeros volaban un helicóptero con destino Chile, y cerca del límite, estando a la altura del Pachom, le erraron a la quebrada y cayeron estrepitosamente.

Como en esa época no existía GPS, era común que esa clase de viajes se realizara con gran presencia de peligro. Sumado a que la nave en la viajaban no era apta para ese tipo de viajes que realizaban, según afirmó el experimentado piloto.

Gallardo recordó que los agarró la punta de una tormenta que duró ocho días. Luego de caer y salvarse, aguardaron la mayor parte del tiempo en el interior del helicóptero lo que duró ese temporal. Al noveno día, cuando pudieron ir a rescatarlos, los hallaron a los tres con vida, pero con principio de congelamiento, el cual le dejó a Walter secuelas para toda su vida, como el no tener sensibilidad en la punta de sus dedos.

El helicóptero quedó tumbado a 90 grados y esto les permitió acurrucarse en el interior del vehículo casi destruido. Los tapó de la nieve y el hecho de que la puerta abriera hacia arriba les permitía abrir y cerrar sin problemas sin tener que vencer la presión de la nieve que era muy grande.

La postal de ellos tres abrazados juntos a sus rescatistas con el helicóptero de fondo es todo un testimonio de lo que sufrieron a lo lardo de esos nueve largos días en los que la muerte casi les gana la batalla.  ‘Todos llorábamos’, contó al recordar esos instantes de profundo alivio tras ser encontrados por pilotos de la fuerza aérea, que a pesar de volar tan alto vieron como sillones rojos se movían entre la nieve de la Cordillera y supieron que eran los colegas accidentados.

Walter contó que, al tener experiencia en rescates, colocaron los asientos arriba de la estructura del avión y cada tanto los movían para el que pasara por encima de ellos se diera cuenta que no se trataba de rocas, sino de ellos, que estaban atrapados en medio de la Codillera.

Esa y cientos de historias son parte de la vida de Walter Gallardo, el piloto con casi 40 años de experiencia en vuelos sanitarios, de salvataje, de traslado de celebridades, deportistas y políticos, entre otros viajes que realizó a lo largo de sus 65 años. Sin dudas, se retira el hombre que más conoce el cielo sanjuanino.