En 1801 doña Paula Albarracín comenzó a levantar su casa en el barrio El Carrascal, un suburbio en un San Juan de apenas 10 mil habitantes. Un terreno que le había dejado su padre, oriundo de La Bebida, fue suficiente para empezar a construir el sueño, lugar en el que nacería el camino del prócer sanjuanino que este 11 de septiembre conmemora el 136º aniversario de su fallecimiento: Domingo Faustino Sarmiento.

La Casa de Sarmiento que todos conocemos en av. Libertador y Sarmiento, ubicada en la actual Peatonal Maestro de América se convirtió en 1910 en el Primer Monumento Histórico Nacional, abriendo sus puertas al año siguiente como Museo Casa Natal de Sarmiento.

Pero esa casa que perteneció a la familia Sarmiento - Albarracín, en algún momento dejó de ser esa que hoy vemos. Divisiones por las ramas familiares y los terremotos dejando sus cicatrices ocasionaron que ese Museo Casa Natal que hoy se recorre, sea algo distinto al que se empezó a levantar en 1801 por aquella mujer que tejía en su telar y sacaba provecho de su habilidad para poder construirla.

‘La ciudad de San Juan en esa época era apenas un caserío en los alrededores de la Plaza 25 de Mayo, por lo que este barrio era un suburbio, no era el centro, era un lugar alejado para ese caserío’, comenzó explicando Renato López, director del Museo Casa Natal.

López, contó que ‘comienza la construcción de este inmueble por la sala que se encuentra en el ala Sur de la casa. Empieza en 1801 y luego al casarse con Clemente, es terminada en 1802’.

La Casa en un principio era sólo una galería que contaba con la famosa higuera que la distingue. ‘Comienza con una sola habitación y a medida que va creciendo la familia se van haciendo habitaciones anexas que se van agregando a lo largo’, añadió el director haciendo alusión a que el patio central que hoy tiene la casa no existía en ese entonces y recién en 1862, cuando Sarmiento es gobernador de San Juan ‘construye el ala Norte donde funcionaría la Casa de Gobierno porque en esa época no había’, reveló López.

La Casa de estilo colonial es la única que queda en el radio céntrico, con una construcción de patio central, habitaciones a su alrededor y un patrio trasero.

La higuera que no es su huiguera

Al momento que doña Paula llega a El Carrascal la higuera existía ‘pero es cortada por sus hijas en la década del ’30 y después se resiembra y esta higuera es un retoño de aquella que existía en la época de Paula. La familia le quiere dar a su mamá, que había sufrido tanto por la pérdida de este árbol que era tan entrañable para ella, restituirle esa higuera que era muy representativa y muy querida por la madre que vive en esta casa hasta su muerte a fines de 1861’, contó López.

La Casa dividida

La Casa tuvo un proceso sucesorio que involucró a las hijas de doña Paula y Clemente. Domingo había cedido sus derechos pero la parte Sur de la casa quedó para Procesa Sarmiento y el ala Norte para Rosario Sarmiento. ‘Cuando esta casa es adquirida por el Gobierno Nacional que se declara Monumento Histórico en 1910, sólo se adquiere el Ala Sur de la Casa a las descendientes de Procesa, Sofía y Victoria Lenoir. Y el Museo comienza solo funcionando sólo con la mitad de la casa así como la conocemos. Después del terremoto del ‘44 se cae el ala Norte que no era parte del Museo y luego de eso se adquiere, se reconstruye tal cual existía en el siglo XIX y es el museo que hoy tenemos’, reveló la autoridad de la Casa de Sarmiento.  

Conocé en profundidad la historia de la casa y los secretos que esconde, contados por Renato López, el director del Museo Casa Natal de D.F. Sarmiento, en el video que acompaña esta nota.