Este lunes, Nicolás Vega, el joven fundador del merendero "Corazones Sonrientes", visitó Banda Ancha para compartir la inspiradora historia de cómo él y su abuela, Dominga, iniciaron este proyecto solidario en Albardón, Las Lomitas. Con solo 25 años, Nicolás comenzó este emprendimiento comunitario a los 20, junto a su abuela.

"Un 5 de abril a las 5 de la tarde decidimos con mi abuela, con muy poquito, una caja de leche, un cacao y un kilo de azúcar, ver cómo era la iniciativa de armar un merendero. Nunca pensamos que iba a ser tan grande", relató Nicolás, rememorando los primeros pasos del merendero.

La idea surgió de una simple charla tomando mate. "Fue una idea tomando mate con mi abuela. Estábamos los dos solos en nuestra casa y un colectivero de la línea 420 nos sugirió que armáramos un merendero para levantarle el ánimo a mi abuela, que es jubilada y había trabajado como portera en una escuela. Ella ya conocía la necesidad que había en el barrio", explicó Nicolás.

El poder de las redes sociales fue crucial para el crecimiento del merendero. "Empezamos a publicar y a buscar personas interesadas en colaborar. En ese tiempo, fueron dos días en los que afrontamos los gastos nosotros, pero al día siguiente ya nos empezaron a llamar, nos traían donaciones y los chicos estaban presentes", comentó Nicolás. 

"Arrancamos con 25 chicos, un número muy importante. Esto muestra la gran necesidad que había en el barrio", añadió Nicolás. A pesar del crecimiento y la evidente necesidad, Nicolás subrayó la falta de apoyo gubernamental. "Tanto el gobierno provincial como departamental nunca nos ayudaron. Hasta el día de hoy no recibimos ayuda del gobierno. El merendero se sostiene a través de la solidaridad, no trabajo con ningún plan social ni tipo de apoyo gubernamental. Las puertas del merendero están siempre abiertas para todo tipo de personas", destacó Nicolás.

La independencia del merendero es un punto de orgullo para Nicolás y su abuela. "El merendero es libre para cualquier tipo de situación política, y pueden ir cualquiera", afirmó Nicolás, reafirmando su compromiso de mantener el merendero como un espacio inclusivo y solidario. Tras ello dijo: "Nosotros entendemos la importancia de dar una mano y eso es lo que nos mantiene motivados todos los días", concluyó Nicolás con una sonrisa.

La lucha de Nico

Nicolás, quien ha dedicado su vida a ayudar a los más necesitados, ahora enfrenta su propia batalla contra un tumor cerebral. Este año me tocó la cosecha de uva y trabajando ahí tuve una convulsión. Sufrí una pequeña convulsión y me tuvieron que asistir al hospital más cercano, el hospital de Albardón. Fue la primera vez que sufrí algo así, y a partir de ahí me hicieron una resonancia y varios estudios. Resultó que tengo un pequeño tumor en la cabeza y necesito una operación para no seguir sufriendo las convulsiones", compartió Nicolás.

La operación que necesita Nicolás es urgente y costosa. "La operación cuesta casi dos millones trescientos mil pesos. Necesito hacerla para no afectar ninguna parte de mi cuerpo. El tumor está en la parte de la matriz del lado izquierdo y puede afectar el brazo, la pierna, la boca y el ojo. Es una operación delicada que lleva 24 horas y debe ser monitoreada para no causar secuelas", explicó.

Actualmente, Nicolás está realizando trámites para ver si puede ser operado en San Juan o si tendrá que viajar a Mendoza. "Estoy haciendo trámites personales para ver si me pueden operar acá en San Juan, pero en los hospitales públicos de acá no está autorizada la operación porque necesitan alquilar un auto navegador y un monitoreo. Estoy esperando la autorización y viendo cómo llegar al monto necesario", dijo Nicolás.

A pesar de su situación, Nicolás no ha dejado de pensar en los niños del merendero. "Mientras estaba internado, los chicos me mandaban fotos porque tenemos un grupo de WhatsApp donde les avisamos cuando hay merienda, cena o almuerzo. Ver esas fotos me daba fuerzas para seguir", comentó emocionado.

Para aquellos que deseen ayudar a Nicolás con el merendero y su operación, pueden comunicarse al 2646 27-2587. "El merendero sigue siendo mi prioridad, y con la ayuda de todos, espero poder superar esta prueba y seguir apoyando a los más pequeños", concluyó Nicolás con esperanza.