Tras reuniones y decisiones controvertidas, el Consejo Superior de la UNSJ volvió a sesionar para tratar la solicitud de destitución del decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Rodolfo Bloch. El académico fue denunciado por una empleada por acoso sexual y laboral, situación que ha generado un intenso debate dentro de la comunidad universitaria.

El caso de Bloch tomó notoriedad pública luego de que su expediente fuera archivado en una reunión marcada por el hermetismo, cuyos votos se filtraron generando controversia. En septiembre, con 27 votos a favor, se decidió reconsiderar el archivo, aunque sin alcanzar los 26 votos necesarios para avanzar con su remoción. Ese fallo dejó a muchos sectores disconformes, incluido el rector Tadeo Berenguer, quien ha expresado su apoyo al pedido de desplazamiento.

Tras la denuncia inicial y la presentación de un recurso de reconsideración por parte de la víctima, la Dirección General de Asuntos Legales avaló reabrir el caso, decisión que fue cuestionada por Bloch. En la última sesión, se sumaron votos clave de representantes de unidades académicas que previamente se habían abstenido, fortaleciendo la postura de revisión del archivo. Entre los nuevos respaldos, destacó el cambio de postura de Velasco, quien ya adelantó su intención de votar distinto respecto a septiembre.

Sin embargo, no todos los votos parecen alinearse hacia la destitución. Existe la posibilidad de que se plantee una sanción menor, como una suspensión de 30 días sin goce de sueldo. Sobre este punto, el director de Asuntos Legales, Marcelo Miolano, explicó que cualquier medida distinta al dictamen del sumario deberá estar debidamente fundada, algo que no ocurrió en la votación inicial.

“Si se logra la mayoría calificada de dos tercios, el expediente pasará a la Asamblea Universitaria, que definirá el desplazamiento con la misma proporción de votos”, aclaró Miolano. Además, destacó que el Consejo Superior podría decidir otro tipo de sanción, lo que plantea dudas sobre el impacto que estas alternativas tendrían para la denunciante.

Cuando todo parecía encaminado para debatir la remoción de Bloch, la sesión sufrió una pausa imprevista. Alrededor de las 21 horas, Miolano se retiró por cuestiones familiares, dejando al Consejo sin su principal referente técnico en el caso. Aunque otro abogado del área estaba presente, varios consejeros insistieron en la necesidad de contar con Miolano para resolver dudas, lo que derivó en un cuarto intermedio hasta el próximo jueves.

La interrupción no estuvo exenta de tensiones. Durante la discusión sobre la fecha de reanudación, el rector Berenguer lanzó un comentario irónico sobre la solicitud de más información por parte de algunos consejeros, sugiriendo que, tras dos meses, pocos detalles nuevos podrían surgir en pocos días. Velasco, uno de los protagonistas del cambio de postura, respondió que no compartía esa afirmación y consideró innecesaria la ironía.

El próximo jueves se reanuda el debate con más incertidumbres que certezas. Sin embargo, las respuestas, una vez más, están en manos del Consejo Superior.