Hay fuerza, hay garra, hay desafío y parece que no importa más nada. O por lo menos eso dejó entre líneas un grupo de sanjuaninos que en la medianoche de este martes, cuando más pesado estaba, la rompieron en la cancha. "Cuando la sangre hierve, no hay agua que apague el incendio", señalaba uno de los jugadores en un complejo deportivo lindante a av. Paula Albarracín de Sarmiento, a metros de Circunvalación.

Es que, la lluvia llegó rápida y torrencial, y difícilmente había tiempo para repensar las cosas. Mientras el resto buscaba un reparo, ellos decidieron seguir. "Media vez que me dejan salir, no iba a desaprovechar la oportunidad", destaca otro de los jugadores a Canal 13.

Es conocido el riesgo de jugar en este escenario de caos: resbalones, dobladuras de tobillos, pelotazos dolorosos y hasta la posibilidad de que la inclemencia derribe algo que pueda generar algo peor. Sin embargo, y con el espíritu encendido, hay quienes siguen por el amor a la pelota.

Las imágenes son literales. Lluvia, truenos, relámpagos emblanqueciendo el cielo y ellos no paraban de mirar la pelota. Pasión, inconciencia o goce, lo que sea que fuere, hay en la cancha... y mucho.