El día que mataron a Romina Chirino
En el 2005 Media Agua fue epicentro de uno de los hechos más constérnate de la historia de los siniestros viales. El mismo dejó a una joven de 16 años sin vida, todo porque un hombre le quiso tocar la cola. Mirá la nota completa en el especial de Canal 13.
El 27 de marzo del 2005 alrededor de las 5:30 de la madrugada Romina Chirino y su hermano Raúl Darío regresaban a su casa caminando por la banquina de calle Barbosa en Media Agua. Ricardo 'el piri' Gómez de 34 años le pasó encima con su moto, perdió el equilibrio, todo por tocarle la cola a la adolescente de tan solo 16 años. Romina falleció al día siguiente, producto de las lesiones. Gómez fue juicio, pero quedó en libertad. Sobre este caso habló su hermano Raúl, en los especiales de Canal 13.
"Yo tenía 21 años, no 16", comienza Raúl. "El 30 de abril cumpliría los 17. El hecho ocurrió cuando salíamos para irnos a casa después de celebrar el cumpleaños de una de las mejores amigas de Romina".
Raúl recuerda la tranquila mañana en que Romina ayudó a su madre a arreglar una tienda antes de dirigirse a la celebración. "Ella no era de salir mucho, pero en esa ocasión quería acompañar a su amiga. Estuvimos en Lázaro, vimos a este hombre tomando y decidimos irnos un poco más temprano para evitar el amontonamiento de autos".
Caminando y conversando sobre el futuro, Raúl y Romina compartían sueños y aspiraciones. "Daba todo por nosotros, por su mamá, su papá, sus hermanas", recuerda con emoción. Sin embargo, la noche tomó un giro siniestro cuando, de repente, Romina fue impactada violentamente.
"Solamente sentía el golpe y la vi volar, y ella volvió con su cabeza al piso", relató Raúl con angustia. Inmediatamente corrió para auxiliarla, instándola a no dejarlo solo. Un auto se detuvo y los llevó al hospital, revela Raúl.
La tragedia tomó un giro aún más oscuro cuando se descubrió la conexión del agresor con el hospital. "La médica forense señaló que el puño de Gómez estaba marcado en la cola de Romina", compartió Raúl con incredulidad. "No había ambulancias, y el hermano del asesino estaba en el hospital, siendo el director. Yo sabía que era grave por el golpe, pero no entendía lo que realmente había pasado. Pensé que era un accidente, pero tampoco sabía que era él", dijo.
"Ella tenía un coágulo muy grande en la cabeza, y eso fue lo que la llevó a la muerte. Todo el golpe lo llevó en la cabeza", expresó Raúl con pesar. La familia, consternada, sigue exigiendo justicia, destacando su conocimiento previo de Gómez, el agresor, con quien mantenían relaciones comerciales en el pueblo.
"Nosotros lo conocíamos a Gómez del pueblo. En ese momento, mi papá tenía una distribuidora de bebidas, y nosotros le vendíamos a él. No lo conocíamos en ese momento; él tenía un puesto de venta de comida", explicó Raúl. Además, señaló que en la comunidad se rumoraba sobre el comportamiento irrespetuoso de Gómez hacia varias chicas.
A pesar de que han pasado 18 años desde la tragedia, el miedo persiste para Raúl, quien ahora tiene tres hijas. "Hace 18 años que tengo miedo de que le pueda pasar algo a mis seres queridos. Peor aún, esta persona anda suelta. Nosotros tenemos que escondernos para evitar verlo. Él anda como si no hubiera hecho nada, nunca pidió disculpas", lamentó Raúl.
Además, Raúl reveló que Gómez lo denunció por provocación, y el proceso legal fue complejo y desalentador. "El juicio demoró mucho en hacerse. Pasaron muchas cosas en el medio. Hubieron muchos abogados. Cuando dictaron el juicio, fue vergonzoso. A este hombre le dan 3 años de prisión en suspenso y 5 años de inhabilitación de carnet", compartió Raúl, quien estuvo presente durante el incidente y fue testigo directo.
El descontento y la indignación se intensifican, ya que Raúl reveló que ellos tuvieron que abandonar el pueblo debido a la falta de justicia. Señaló la apatía de los gobiernos actuales respecto a la educación vial, subrayando la urgente necesidad de una campaña masiva y efectiva para prevenir tragedias como la que afectó a su familia.