Servicios Eléctricos Sanjuaninos era el nombre de la empresa estatal distribuidora de energía. El 9 de enero de 1996 cuando comenzaba su segundo mandato como gobernador Jorge Alberto Escobar, comenzó el acuerdo político para consumar la privatización el grupo chileno Agua Negra Sociedad Anónima.

La empresa ofreció 69 millones de dólares y se quedó con la compañía. De ese modo, empezó una nueva era. Y si hay un nombre icónico en la historia de SES, es Mario Guerri quién  fue el interventor de la empresa, pasó por Canal 13 y contó su punto de vista. 

Guerri relató que en 1989 recibió un llamado de Casa de Gobierno para abordar serios problemas en SES, describiéndola como una empresa no sustentable. Fue entonces cuando asumió la responsabilidad de intervenir y reorganizar la entidad para hacer frente a sus desafíos estructurales y financieros.

"Yo no tenía conocimientos sobre electricidad, y hasta el día de hoy no los tengo", admitió Guerri, destacando que se le encomendó sanear y estabilizar la empresa. La falta de sustentabilidad y problemas en la estructura administrativa fueron algunos de los desafíos que enfrentó durante su intervención.

La primera medida que tomó Guerri fue la reorganización de la estructura gerencial, eliminando algunas gerencias para facilitar la toma de decisiones. "La empresa navegó en un contexto económico tremendo, con una fuerte crisis inflacionaria y en lo eléctrico", comentó.

Guerri recordó que implementó un mecanismo presupuestario para traer orden a las decisiones, aunque admitió que no fue fácil. Hubo momentos críticos, como la interrupción del contrato para el estadio cerrado con Alberto Rimol de Fraga y cortes de energía, como el ocurrido en la Parroquia Valle Fértil, que generaron controversias. Más aún cuando debió pedir disculpas en el Arzobispado. 

En cuanto a la privatización, Guerri afirmó que nunca fueron consultados al respecto. "Fue una orden que vino de afuera, creo que ya venía como modelo en la cabeza de Menem", expresó, sugiriendo que la privatización se instaló como un modelo predeterminado sin considerar la opinión de los involucrados.

A pesar de las dificultades, Guerri destacó que lograron sanear la empresa, y al entregarla en manos de Escobar, el balance reflejó que SES había sido superavitaria. "La empresa se había valuado en 23 millones de dólares, pero se vendió en 69 millones de pesos después de ser saneada", subrayó.

Guerri mencionó la resistencia  de Gómez Centurión, frente a la privatización. Aunque se sospecha que ni siquiera fue consultado, Guerri concluyó que la privatización no fue una decisión acertada y consideró que en caso de que no hubiera pasado, hoy sería una empresa importante.