El pasado lunes, no fue un día cualquiera para Carlos Barroso, un laburante que hace 8 años trabaja vendiendo milanesas en la misma esquina de Santa Fe y Avenida Rawson, la opuesta a la de Hospital Rawson, donde mucha gente concurre a diario. 

Julieta Menegazzo es una docente de inglés que con mucho esfuerzo se compró una computadora, que todos los días traslada a su lugar de trabajo junto con otras cosas de utilidad. Julieta es usuaria de la línea 404 de la Red Tulum, al igual que Carlos que cerca de las dos de la tarde de ese día vio como Julieta se bajaba del colectivo olvidando su herramienta de trabajo en un bolso.  

“Venía sentado a mano derecha y la chica venía del lado izquierdo cuando ella se levanta del asiento para bajarse del colectivo, yo veo hacia donde está el asiento, una valija”, relató Carlos a Canal 13. “Me levanto, lo toco y siento como si fuese una computadora o algo así, me acero al colectivero no sé si es maestra o alumna que se ha dejado esto en el colectivo”, le dijo al chofer.

Carlos trabaja hace 8 años en la misma esquina vendiendo sánguches de milanesa

El hombre se contactó con Julieta, y pudo concretar la devolución, no sin antes preguntar quién había sido el ser generoso, que decidió no quedarse con lo que no fue fruto de su trabajo.  

“El día martes yo vengo donde trabajo y veo que una chica viene hacia donde yo estoy y yo creía que venía a comprar un sándwich”, dijo el hombre pensando que quien se acercaba era algún cliente habitual. Pero no era nadie que habitualmente pasara por allí caminando.

“La mujer me dice: ‘te acordás de esto’, y me muestra el bolso, lo he dejado en el colectivo con una computadora que hace poquito la he comprado y pensaba que no la iba a recuperar”, dijo Carlos. Era Julieta, “me dio las gracias, se puso a llorar”, dijo y agregó, “lo importante es que ella ha haya recuperado esa computadora con su trabajo. Me ha pasado que he encontrado cosas en el colectivo, se lo doy al colectivero o trato de ubicar a la persona para que vuelva a tener las cosas de ellas”.  Julieta le agradeció el gesto por lo que representa esta herramienta en el trabajo diario.

Carlos dijo que son los valores que le dejó su madre y su padre: “ellos me enseñaron a devolver lo que no es mío”, finalizó el hombre.

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