Gran Hermano se ha vuelto un éxito en Argentina con el paso de los años. Millones siguen cada emisión, por eso cada vez que finaliza una edición piden a gritos que comience la siguiente. Esto ya es un hecho confirmado desde Telefe, por lo que ya se pudieron ver miles y miles de castings en las redes. Entre ellos se destacó el video de un sanjuanino llamado Duilio, quien le contó su interesante y curiosa historia de superación a Diario 13.

Duilio Leonardo Gordillo tiene 53 años y es vecino de Chimbas. Precisamente el hombre vive en el barrio Santa María desde hacen 5 años, cuando se mudó de su querida Villa Marini en Santa Lucía, tierra que lo vio nacer y crecer.

Desde siempre Gordillo fue una persona sumamente activa, buscando en qué poder trabajar para poder generar ingresos para su familia. Por muchos años estuvo prestando servicios en el comercio sanjuanino, viviendo de esa actividad para cubrir los gastos de sus seres queridos.

Sin embargo, la vida le dio un fuerte golpe en el año 2009. Puntualmente ese hecho inolvidable para Duilio ocurrió el 4 de julio, una fecha que para siempre quedará gravada a fuego en la cabeza del sanjuanino. Esto se debe a protagonizó un brutal accidente automovilístico, que le llevó a que le amputaran una de sus extremidades.

'Tuve un accidente de tránsito donde me amputaron mi pierna derecha. Eso fue el 4 de julio del año 2009. En un primer momento ya sabía que podía perder la pierna ya que estuve consciente en todo momento y la pude ver como estaba destruida. Lo único que quería era recuperarme, salir y retomar mi vida 'normal'. Quería volver a trabajar, a tratar de hacer lo que hacía antes de ese giro de 180 grados tan repentino', expresó.

El hombre sufrió el corte de una arteria, eso lo llevó a perder una gran cantidad de sangre, lo que derivó en esa lamentable amputación. Si bien este episodio fue sumamente grave y lo puso en riesgo, esta no fue la única vez que el hombre gambeteó a la muerte.

'Tuve otras situaciones donde casi pierdo la vida. La primera de ellas fue a los 12 o 13 años cuando me dio la corriente y me salvé gracias a mi mamá que pudo despegarme del enchufe de un ventilador que teníamos. Por eso tengo una cicatriz en mi dedo índice derecho', relató.

Sumado al fuerte choque que casi le pone fin a su vida en 2009 y a la descarga eléctrica que sufrió en su adolescencia, otro episodio casi hace 'ver la luz' a Duilio. Esto también ocurrió durante su juventud, más precisamente cuando estaba cursando sus estudios secundarios.

'La otra ocasión fue cuando en la escuela secundaria estábamos aprendiendo a nadar y en un momento dado me cansé. Ahí comencé a hundirme cada vez más en la pileta. No conseguía hacer pie y por suerte pude ver una mano de un compañero que pudo ayudarme. Yo ya estaba casi sin aire pero me pudieron sacar', contó.

Utilizando todas estas piedras en el camino para poder resurgir, Duilio siempre afronta su día a día con una sonrisa en la cara. Apoyándose en el humor que tanto lo caracteriza, trata de alegrarle el día a las personas que lo rodean, sobre todo a sus hijos Lourdes (13), Nazarena (10), Umma (9), Luz (7), Ezequiel (30 años) y Jésica (28).

Justamente fue en este contexto, en una charla en tono de broma con sus hijas, donde surgió la posibilidad de postularse para entrar a 'la casa más famosa del país'. Entre chiste y chiste esto terminó convirtiéndose en realidad. Duilio publicó un video en su perfil de Facebook, esperando ser uno de los seleccionados para la próxima edición de Gran Hermano.

'La verdad que no tuve un motivo para publicar el casting, salió así de la nada. Un día le dije a mis hijas: 'Si llega haber otra edición de Gran Hermano me anotó', y así fue. Si llegará a ser seleccionado demostraría que no hay límites para nada. Los límites se los crea uno mismo. Lo que si creo es que extrañaría a mi familia, a mis hijas, y a mi mujer, pero ellas saben que puedo superarlo', sentenció.

Ahora será cuestión de esperar para ver si los organizadores del reality ven con buenos ojos el ingreso de Duilio Leonardo Gordillo, sin dudas una persona que tendría miles de historias para contar dentro de la casa.