El temporal destrozó el precario rancho donde vivían tras el terremoto
Stella, su hija y sus nietos no encuentran consuelo al volver a perder sus ‘viviendas’ por la tormenta. Las familias pocitanas mostraron como los restos de sus hogares.
Una madrugada de terror fue la que vivieron pocitanos víctimas del terremoto. El tremendo temporal que se desató este lunes, destrozó los ranchos que habían podido armar después de que el fuerte sismo los dejara sin hogar. Entre la desesperanza y la desesperación Stella y su hija Mercedes, vecinas de una de las zonas afectadas ubicadas en entre las calles Aberastain y Calle 16, contaron a Canal 13 como fueron esas horas de sufrimiento y todo lo que perdieron.
Como si el gran movimiento del 18 de enero pasado no hubiera sido poco, un temporal los dejó casi literalmente con lo puesto. Es que el sismo de 6.4 los dejo sin techo, y por lo tanto debieron levantar precarios ranchos para no pasar las noches bajo cielo abierto.
En estas improvisadas viviendas hechas con nylons, palos y algo de cemento, que les entregó Desarrollo Humano y la municipalidad, guardaron lo que les entró, de los muebles y objetos de valor que el terremoto les permitió rescatar. En unas horas, el agua los terminó de destruir, o en el mejor de los casos se lo llevó con la creciente que produjo la impresionante lluvia.
‘Esta era una casa de adobe que el terremoto la tiró, le prometieron a mi hija una casa nueva y las obras tenían una semana, ya estaba el contrapiso de una parte terminado y los palos para armar un rancho’, señaló Stella un espacio de desidia, en el que los escombros se combinaban con palos, electrodomésticos, barro y agua.
Los niños jugando por los alrededores amenizaron la tristeza, y hasta les sacaron a las mujeres una tímida sonrisa. Las imágenes captadas hablan por si solas. Una heladera arruinada adornada con barro, colchones sucios en el precario umbral de un rancho levantado con nylon y palos, sillas con ropa sucia y mojada, un horno eléctrico inutilizable, formaron el crudo paisaje que la tormenta dejó en tierras ya golpeadas por el terremoto de enero.
‘Yo pare a los bomberos y les pedí que nos evacuaran, que nos traigan una carpa. Esto va a suceder de vuelta, y vamos a seguir en la misma’, contó y a la vez se quejó la pocitana.
‘Esto es lo que estamos viviendo ahora , nos quedamos si n nada no tengo para abrigar a mis hijos’, sollozó Mercedes, hija de Stella, que junto a sus 3 hijos sufrieron la crecida con su casa prácticamente tomada por el agua.
Toda la creciente bajó por la casa de Mercedes según lo que ella misma contó. Con crudeza y algo de resignación comentó que en la madrugada su casa parecía que se la iba a llevar un canal. ‘Tuvimos que hacer zanjas para que no entrara agua en el rancho’, dijo tristemente la madre de tres pequeños.