La situación de la familia Páez no puede ser más desesperante. La supuesta dueña de la casa que alquilan en el Barrio Los Pinos de Chimbas, amenaza con desalojarlos. El conflicto se originó hace 2 años cuando Deolinda pidió que le reparen la casa, ya que las condiciones en que se la habían entregado no eran las mejores.

A la difícil situación habitacional se le sumó el estar aislados porque su yerno dio positivo de Covid-19. Para colmo, Deolinda es paciente de riesgo, ya que sufre Mal de Parkinson.

En la vivienda se encuentran aislados Deolinda, su hijo de 9 años con autismo, una hija de 14 años, la mayor de 25 y su yerno quien fue el que se contagió de coronavirus. Si bien se encuentran asintomáticos, recién el lunes 2 de noviembre se cumplirían los 14 días indicados por Salud Pública. Después de ese tiempo, volverían a hisopar al infectado y si el resultado es negativo, quedaran libres de la medida preventiva.

Acerca dela amenaza del desalojo, la mujer contó a Canal 13 que al momento de alquilar la vivienda no tuvieron problemas con el tema del pago mensual de alquiler. Sin embrago, la vivienda se encontraba en muy mal estado, con un pozo negro casi colapsado que hace que se llene de cucarachas la casa. ‘Hace unos días encontramos vinchucas en la habitación de los niños, es inhumano la forma en que vivimos, pero los supuestos dueños siempre hicieron oídos sordos.

Los conflictos se recrudecieron hace 1 año y medio, cuando Deolinda decidió dejar de pagar las cuotas del alquiler ante la negativa de la supuesta dueña de la vivienda, de realizar los arreglos que la casa necesita. Se trata de Ester Ginesta, quien, ante la falta de pago de los inquilinos, les envió a Ricardo Agüero a cobrarles la deuda que se iba generando. Este individuo, se presento como un empelado de la Inmobiliaria Figueroa.

El sujeto les dijo que, por la falta de pago de los meses adeudados, debían pagar un monto de 17 mil dólares, de lo contario serían desalojados. Ante esta situación, Deolinda realizó una exposición a la Policía. ‘Me parece una barbaridad lo que nos quieren cobrar, encima en dólares, cuando el contrato lo firmamos en pesos’, expresó la inquilina.

Además de recurrir a la Policía, para resguardarse, la mujer busco una abogada que empezó a defenderla en el caso. Fue entonces que a profesional y la familia Páez no salieron de su asombro cuando constataron que Agüero no pertenece a la Inmobiliaria Figueroa. Además, desde AFIP les aseguraron que el falso empleado había falsificado firmas en otras oportunidades.

Deolinda pudo acceder a una copia del contrato recién en agosto de 2019, gracias a gestiones de su abogada. En el mismo, pudieron corroborar que la propiedad no se encuentra a nombre de Ginestar, sino de Diego Gastón Pérez.

El pasado 17 de octubre, la familia se desayunó con una orden de desalojo. La desesperación se adueñó de la inquilina, ya que se ve constantemente amenazada de quedarse en la calle con su familia en plena pandemia.

Aunque la abogada de la familia Páez apeló ante la Jueza de Paz la orden de desalojo, el plazo para que abandonen la vivienda vence el próximo domingo 1 de noviembre, un día antes de que se cumplan los 14 días de aislamiento.

Deolinda está desesperada, no quiere quedarse en la calle en plena pandemia, con su familia y ella contagiada de coronavirus y la impotencia de saber que fueron perjudicados por una falsa dueña de a casa que alquilan.