Los niños y niñas cada vez estan más atrapados por las pantallas del celular o la tablet. Es por esta que la Licenciada María Laura Lezaeta quien es Psicóloga infantil, y co-fundadora de JUEGOlogía, habló con DIARIO 13 SAN JUAN sobre las alternativas a tener en cuenta. Cabe considerar que la profesional  desde hace varios años equipa a profesionales de la salud y padres con herramientas lúdicas y terapéuticas para trabajar diferentes áreas cognitivas, emocionales y sociales en niños. 

¿Cuáles son los efectos de estar frente a la pantalla tanto tiempo?

Cuando los niños pasan gran cantidad de horas frente a un dispositiva digital esto puede tener un impacto negativo tanto en su salud física como en su salud mental. Algunos de los efectos que genera el uso excesivo de la tecnología, son: problemas para conciliar el sueño, baja tolerancia a la frustración así como también  la exposición temprana a las pantallas repercute en el desarrollo del lenguaje, en la capacidad de vincularse y relacionarse de manera adecuada con las personas y sus grupos de pares y la capacidad de reconocer y comunicar asertivamente sus emociones.

¿Cuánto tiempo recomendas que los niños y niñas esten en contacto de los artefactos?

Es importante tener presente que la  Asociación Americana de Pediatría (APP) en 2018, estableció las siguientes recomendaciones de uso de pantallas al día:

- En los bebés de hasta 18 meses, se debe evitar la exposición a las pantallas con excepción del videochat (claramente siempre controlando que sea el menor tiempo posible).

- De los 2 a los 5 años se tiene que limitar el uso de los medios entre media y una hora al día, y tratando de que los contenidos sean de alta calidad.

- Desde los 5 a los 12 años es necesario acompañarlos pudiendo estar entre una hora u hora y media al día.

- Con la adolescencia, lo mejor es hablar con ellos y educarlos en el uso responsable y saludable de las tecnologías. Es visto que su vida social va a girar en gran parte en torno a usos de dispositivos y no podemos ir en contra de una realidad, por eso si conversamos con ellos y logramos acuerdos para que el limitante sea su propio criterio y autocuidado, podremos obtener mejores resultados que mediante la imposición de reglas.

Dichas recomendaciones refieren al uso de pantallas en forma recreativa, pero dado el contexto de pandemia que hoy nos toca transitar, las actividades tantos educativas como sociales suman más horas de uso de pantallas a estas recomendaciones. Por lo que se aconseja que una vez pasada la pandemia, los niños aprendan a convivir con la tecnología, encontrando un equilibrio, esto significa que el tiempo que se destine a dicha herramienta se realice  de manera saludable.

¿Cuáles son las alternativas que los padres pueden tener en cuenta dependiendo de las edades?

 Muchas veces tendemos a darles un dispositivo digital (Tablet, celular, etc) para que se “entretengan” mientras nosotros realizamos otras actividades o bien, por que están aburridos y lo primero quizás que se nos viene a la mente es la tecnología para “calmar” su aburrimiento.

Pero existen otras alternativas que podemos facilitarles y proponerles que van a favorecer su imaginación, creatividad y curiosidad. Dichas propuestas pueden ser: armarles un “kit” con elementos artísticos que contenga: hojas de distintos colores y texturas, lápices, crayones, temperas, masas, etc. 

Todos estos elementos pueden estar guardados en una caja que este a su alcance para que en el momentos que este aburrido, pueda crear sus propias producciones artísticas como por ejemplo crear personajes con las masas. Otra de las alternativas, para niños más pequeños, es utilizar sábanas o telas y armar carpitas donde puedan guardar sus peluches y jugar adentro con sus juguetes.

 Para chicos más grandes, a partir de los 6 años en adelante podemos ofrecerles cajas de distintos tamaños e invitarlos a que armen sus propias producciones, como por ejemplo que construyan su propia ciudad (edificios, plazas), sus propios autos, robots o superhéroes favoritos. Es importante partir de la base de los gustos e intereses de los niños para luego facilitarles dichas propuestas que ayuden y contribuyan a su desarrollo integral.