Expectativas de los concesionarios del Dique de Ullum ante el aumento del caudal
Gustavo Mulet, integrante de la Asociación de Concesionarios del Perilago, destacó en Cien por Hora, las dificultades y las expectativas para la próxima temporada
El nivel de agua en el Dique de Ullum sigue siendo una preocupación para los clubes y concesionarios de la zona del perilago, que llevan años enfrentando las consecuencias de la sequía y el manejo de los recursos hídricos. Gustavo Mulet, integrante de la Asociación de Concesionarios del Perilago, destacó en Cien por Hora, las dificultades y las expectativas para la próxima temporada.
“La zona ha atravesado varios años muy difíciles porque el nivel del dique fue muy bajo. Muchos clubes no han podido abrir sus balnearios, ya que las playas están llenas de barro y basura cuando el agua retrocede”, explicó Mulet. Esto obligó a algunos a limitar sus actividades a sectores de camping y piletas, como en los casos de Palmares, Luz y Fuerza, la Universidad y el Complejo Bahía.
La esperanza de los concesionarios está puesta en las recientes nevadas y el aumento del caudal del río. Mulet expresó: “La última información que tenemos es que el río está trayendo 80 metros cúbicos por segundo, lo que podría ayudar a recuperar el nivel de los diques". Sin embargo, "debemos ser prudentes, ya que las imágenes satelitales muestran poca nieve acumulada, lo que indica que no será un año excepcional”, puntualizó Mulet.
El uso del agua durante los últimos meses también ha afectado el nivel de los diques. Según Mulet, en septiembre y octubre, el gobierno captó agua en el Dique Caracoles para garantizar la cota mínima de seguridad, mientras que la erogación de agua de los diques Punta Negra y Ullum se destinó al riego y al consumo humano.
El bajo nivel de agua no solo afecta las actividades recreativas, sino también la economía de la zona. “Este dique es un espejo de agua fabuloso que debería aprovecharse mejor. La situación actual afecta a más de 10.000 personas, incluyendo empleados de los clubes y sus socios”, lamentó.
En algunos clubes, como el Vela y Remo, donde las playas son de ripio, es posible mantener ciertas actividades náuticas, pero de forma limitada. “Se pueden usar pequeñas embarcaciones como kayaks o barcos pequeños, pero es necesario tener camionetas 4x4 para acceder a la costa. En los clubes con playas de barro, como el Complejo Bonovich, esto no es posible”, detalló.
A pesar de las dificultades, algunos concesionarios han realizado inversiones para mejorar sus instalaciones. “El nuevo parador junto a la antigua Bahía de las Tablas es un ejemplo. Cuenta con una piscina espectacular, un restaurante bonito y espacios abiertos al público, pero la playa solo podrá habilitarse si sube el nivel del agua”, destacó Mulet.
El manejo del agua es un tema crítico que genera tensiones entre distintos sectores, desde las juntas de riego hasta el Consejo de Hidráulica. Según Mulet, los coeficientes de erogación previstos para los próximos meses son elevados, lo que podría dejar poca reserva de agua para la siguiente temporada. “Hay un conflicto muy grande porque si se sigue así, no quedará suficiente agua para el próximo año”, advirtió.
El panorama es complejo, pero los concesionarios mantienen la esperanza de que las condiciones mejoren hacia fin de año. “Quizás la temporada se atrase, pero confiamos en que pueda haber una recuperación del nivel del dique”, concluyó Mulet.